Financiar un coche está más costoso que nunca. Concretamente, es cuatro veces más caro que el conseguir una hipoteca (y hacerse con una hoy en día es prácticamente imposible si no tienes dinero en el banco). No es que los concesionarios de compra-venta se estén beneficiando de ello, pero los bancos sí que están sacando tajada de una realidad muy compleja.
Ir a comprarse un coche vía financiación implica que vas a pagar mucho más que lo que vale el coche. Y ha llegado a un extremo de que no merece precisamente la pena. Si te digo que la media ronda ya el 9% puede parecer poco, pero en la práctica significa que vas a pagar por un coche que cueste 30.000 euros nada menos que 10.000 euros más, es decir, que se te irá a los 40.000. No parece que merezca mucho la pena.
Puedes hacer el cálculo con cualquier banco, pero el resultado será prácticamente el mismo. Hay veces incluso que puede superar el 10% de interés si quieres un préstamo para comprar un coche. Si acudes a un concesionario de compra-venta, la película no cambia lo más mínimo: ese 9% de interés tendrás que pagarlo si quieres una financiación.
Evidentemente, los porcentajes varían sensiblemente en función del importe solicitado y en función de los meses en los que se quieran repartir, pero lo cierto es que por un coche de cualquier importa podrías llegar a pagar hasta un 33% más que el coste que te exijan en el concesionario. Ya hay que darle más de una vuelta si se quiere financiar un coche.
No hace falta entrar en muchos detalles más para darse cuenta de que todas las financiaciones se han disparado, pero no es algo nuevo ni tiene que ver con la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. Evidentemente, las hipotecas están más caras, pero el mercado del automóvil y los préstamos para la compra de un vehículo (ya sean motos o coches) se ha mantenido más o menos en los mismos niveles desde antes del 2015.
Que te cobren un 9% de interés por comprarte un coche es algo más normal de lo que parece porque pasaba también por norma general en 2017 y años anteriores. Pero lo que tienes que recordar es que esto puede implicar que pagues hasta un 33% de más en el importe final de coste del vehículo. Eso sin tener en cuenta que las cuotas del principio estarán mucho más cargadas de intereses que las posteriores para asegurarse de que “pagues” todo lo que debes.
Estamos hablando de que, por ejemplo, un préstamo de 30.000 euros al 8,25% de interés dejaría un importe total adeudado de 40.374,00. Y eso que estamos basándonos en los datos ofrecidos por un banco de préstamo muy conocido y que baja del 9% que se ve con más asiduidad por los concesionarios de compra-venta más conocidos. Lo estamos financiando a un total de 96 meses para que quede una letra más o menos asumible, pues pagar algo más de 500 euros al mes no es algo que esté al alcance de todos los bolsillos.
La recomendación de CHASIS CERO después de que hayamos mantenido conversaciones con expertos financieros es que, si no se puede ahorrar el importe total del vehículo, se pague una parte en forma de entrada en cash para luego solicitar un crédito personal al banco que mantenga unas condiciones más o menos aceptables.
En este medio hemos conocido de primera mano a clientes que han sido capaces de encontrarlo incluso al 3%, pero esto no es algo que esté a mano de la mayoría de la gente. Si no se tiene, mejor no entrar en una deuda tan elevada. Merece la pena buscar una buena financiación antes que un porcentaje disparatado, que es lo que abunda.
