¿Abrir las ventanillas del coche o utilizar el aire acondicionado? Esta es una pregunta que surge frecuentemente durante el verano, cuando las altas temperaturas nos obligan a buscar formas de combatir el calor y mantener el coche fresco. Sin embargo, existen muchos mitos y dudas en torno a estas prácticas, ya que algunas de ellas pueden ir en contra de nuestro objetivo y generar un mayor gasto de combustible o ralentizar el enfriamiento del vehículo.
Uno de los malos gestos que algunos conductores adoptan para ahorrar combustible es apagar los dispositivos eléctricos del coche. Si bien es cierto que el sistema de alumbrado apenas representa un 2% del consumo de combustible, prescindir de él aumenta significativamente el riesgo de sufrir un accidente, lo cual termina siendo mucho más costoso que el ahorro obtenido.
Por otro lado, prescindir del aire acondicionado tampoco es una buena idea. La temperatura excesiva en el interior del coche nos obligará tarde o temprano a abrir las ventanillas en marcha. Y esto modifica por completo la aerodinámica del vehículo e incrementa de manera relevante el consumo de combustible.
Pero, ¿cuánto gasta realmente el aire acondicionado? Según las cifras, su consumo puede aumentar entre un 5% y un 20%, pero esto generalmente se traduce en un incremento de no más de un litro y medio cada 100 kilómetros. Además, en los climatizadores modernos, el compresor se apaga cuando se alcanza la temperatura deseada, lo que reduce el consumo de manera considerable.
Es importante tener en cuenta también el factor tiempo. Si al subir al coche la temperatura ambiente es de 38 grados y queremos llegar a una temperatura interior de 20 grados, más tiempo enfriará el habitáculo con el compresor trabajando que si la temperatura inicial es de 24 grados.
Entonces, ¿cuándo es recomendable bajar las ventanillas del coche? En este caso, se aconseja hacerlo antes de iniciar el viaje. A menudo, la primera tentación es encender el aire a máxima potencia, pero es mejor evitarlo. El sistema de ventilación necesita arrancar a baja velocidad, por lo que es necesario ventilar el habitáculo abriendo las ventanillas durante unos instantes mientras el ventilador se pone en marcha a bajas revoluciones durante tres o cuatro minutos. Esto se puede hacer mientras el coche circula los primeros metros.
Inicialmente, el aire saldrá algo caliente, pero a medida que el sistema se prepare y empiece a emitir aire más fresco, se puede aumentar la velocidad del ventilador para alcanzar la temperatura deseada en el interior lo más rápido posible. Una vez lograda, es importante regular la potencia del ventilador para mantener la menor velocidad posible y evitar un consumo excesivo de combustible.
En resumen, para mantener el coche fresco en verano, es fundamental entender que algunos mitos pueden generar consecuencias negativas. Apagar los dispositivos eléctricos o prescindir del aire acondicionado con el objetivo de ahorrar combustible puede resultar más costoso en términos de seguridad vial y consumo de combustible. Es recomendable utilizar el aire acondicionado de manera eficiente y ventilar el habitáculo adecuadamente antes de iniciar el viaje para lograr un confort térmico óptimo dentro del vehículo.
