Consejos

Los expertos lo tienen claro: es mejor echar gasolina con el depósito al 20% de su capacidad

Cuadro del coche
Cuadro del coche

Si eres de los que siempre esperan hasta el último momento para parar en una gasolinera, es posible que te hayas preguntado alguna vez: ¿Cuántos kilómetros puedo recorrer una vez que el piloto de reserva se enciende? Aunque la tentación de "estirar" esos últimos litros de combustible puede ser grande, hay varias razones por las que apurar el depósito no es la mejor idea para tu coche. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre cuánto puedes conducir en reserva, si es perjudicial para tu vehículo y cuándo es realmente el mejor momento para repostar.

¿Cuántos kilómetros puedo recorrer cuando se enciende el piloto de reserva?

Cuando la aguja del combustible comienza a bajar peligrosamente y el indicador de reserva se enciende, muchos conductores se preocupan por cuánta distancia podrán recorrer antes de quedarse sin gasolina. La respuesta no es única, ya que depende del modelo y la marca de cada coche. En términos generales, la mayoría de los vehículos modernos avisan al conductor cuando queda entre 50 y 100 kilómetros de autonomía. Sin embargo, es importante recordar que estos valores son aproximados y pueden variar en función de diversos factores, como el estilo de conducción, el estado del motor y el tipo de carretera.

Los coches más modernos cuentan con un indicador digital que muestra exactamente cuántos kilómetros restan antes de que el depósito se vacíe completamente, lo que proporciona una mayor tranquilidad al conductor. Pero si tu coche es más antiguo, puede que no disponga de esta tecnología, por lo que será más complicado calcular con precisión el alcance restante. En cualquiera de los casos, lo recomendable es no apurar demasiado el combustible para evitar quedarte tirado en la carretera y, de paso, evitarte una posible multa.

¿Es malo para el coche apurar el depósito de combustible?

Existe un mito bastante extendido de que apurar el depósito de combustible hasta el límite es perjudicial para el coche, y lo cierto es que tiene una base real. Conducir con niveles muy bajos de gasolina puede afectar negativamente a varios componentes del vehículo, empezando por la bomba de combustible. Esta pieza, que se encuentra sumergida en el depósito, se enfría gracias al propio combustible. Cuando el nivel es muy bajo, la bomba puede sobrecalentarse y sufrir un desgaste prematuro, lo que podría derivar en una costosa reparación.

Otra razón importante para no apurar el combustible hasta el final es la acumulación de impurezas en el fondo del depósito. Con el tiempo, los sedimentos del combustible se asientan en el fondo, y si el nivel de gasolina es muy bajo, estos residuos pueden ser aspirados por la bomba y acabar obstruyendo el filtro de combustible. Esta avería, además de ser molesta, también puede resultar en un gasto significativo para tu bolsillo.

Si conduces un coche diésel, el riesgo es aún mayor. Estos motores son más sensibles a las impurezas y al agua que se forma por condensación en el interior del depósito. Además, debido a la mayor densidad del diésel, es más fácil que los sedimentos obstruyan el filtro, lo que podría generar graves problemas en el sistema de inyección.

¿Cuándo debería repostar para evitar problemas?

Para cuidar de tu coche y evitar quedarte sin combustible en mitad de la carretera, la recomendación es clara: busca una gasolinera cuando el depósito esté al 20% de su capacidad total. De esta forma, evitarás que se encienda el piloto de reserva, cuidarás los componentes mecánicos del coche y no tendrás que preocuparte por quedarte tirado. Además, repostar antes de que se agote el combustible ayuda a mantener en buen estado la bomba y el filtro, prolongando la vida útil del vehículo y evitando reparaciones costosas.

Así que, si te encuentras entre aquellos que prefieren apurar hasta la última gota, es momento de reconsiderar tus hábitos de conducción. Un repostaje a tiempo no solo te ahorrará dinero a largo plazo, sino que también te proporcionará tranquilidad en tus viajes. ¡Recuerda que es mejor prevenir que lamentar!