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Le clavan más de 1.000 euros por hora y media de mano de obra por llevar su BMW a un taller "premium"

BMW Serie 5 Touring
BMW Serie 5 Touring

El Grupo Motorsport, que se anuncia como especialista en vehículos de alta gama, ha estado en el centro de una controversia tras el trato recibido por José, un cliente que llevó su BMW Serie 1 al taller para una reparación. A pesar de la aparente simplicidad del problema en el filtro de partículas del vehículo, José enfrentó una factura desorbitada de 3,700 euros, aunque la avería original persistió.

José inicialmente había llevado su BMW, con 135,000 kilómetros recorridos, a Clicars, un concesionario de compra-venta que abordó adecuadamente otros problemas bajo garantía. Sin embargo, ante la persistencia del problema y en un intento de resolverlo rápidamente, optó por el Grupo Motorsport. Esta decisión dio inicio a una serie de eventos desafortunados.

En su primera visita al Grupo Motorsport, se le presentó una factura elevada con cargos cuestionables, incluyendo 300 euros por una actualización de software que, según informes, nunca se realizó, y 856,36 euros más IVA por una limpieza del filtro de partículas, un procedimiento que en otros talleres como GT Automoción, dirigido por Ángel Gaitán, cuesta significativamente menos. Gaitán, en su último vídeo, explica que en muchos casos como este, no es necesario reemplazar completamente el filtro, sino que bastaría con cambiar una pieza más pequeña, como el flector.

La factura también incluía el reemplazo de componentes como las sondas lambda, que José asegura no fueron cambiados. La práctica de cobrar por servicios no realizados y por piezas no reemplazadas ha planteado serias dudas sobre la ética y la transparencia del Grupo Motorsport.

La respuesta de Grupo Motorsport ha sido insuficiente, según Gaitán, quien ha intervenido en nombre de José, instando al taller a reembolsar los pagos realizados por servicios que no reflejan la realidad de lo que se hizo al vehículo. Esta situación ha llevado a una primera interacción tensa entre el propietario de GT Automoción y los representantes de Grupo Motorsport, lo cual no ha resuelto aún la situación.

El caso resalta no solo las implicaciones financieras de tales prácticas, sino también el impacto negativo en la confianza del consumidor hacia los servicios de reparación de vehículos de alta gama. Con la historia aún en desarrollo, los ojos están puestos en el desenlace de este conflicto, esperando que se haga justicia para José y que se tomen medidas para prevenir futuros abusos en el sector.