La búsqueda de alternativas sostenibles en el sector automovilístico es una prioridad global. Mientras los coches eléctricos de baterías de iones de litio se han convertido en la norma, una empresa innovadora ha presentado una propuesta radicalmente diferente: un coche que funciona con agua de mar. ¿Una utopía? Quizás no tanto.
Nanoflowcell Quantino: más allá del litio
La empresa suiza Nanoflowcell ha desarrollado un prototipo de coche eléctrico llamado Quantino que utiliza una tecnología de baterías completamente nueva. En lugar de las tradicionales baterías de iones de litio, el Quantino emplea una batería de flujo basada en una solución salina.
¿Cómo funciona?
El sistema es relativamente sencillo: el agua de mar se almacena en unos depósitos y se bombea a través de un circuito donde los electrolitos presentes en el agua salada generan electricidad. Esta energía alimenta los motores eléctricos del vehículo.
Ventajas de la tecnología de flujo
- Mayor autonomía: El Quantino ha demostrado una autonomía de hasta 1.000 kilómetros con una sola carga.
- Recarga rápida: La batería de flujo se puede recargar rápidamente simplemente reemplazando la solución salina.
- Menor peso: Al utilizar materiales más ligeros, el coche es más eficiente y tiene un menor impacto ambiental.
- Coste reducido: La sal es un recurso abundante y barato, lo que podría reducir significativamente el coste de las baterías.
Pruebas prometedoras
El Quantino ha superado con éxito miles de horas de pruebas en carretera, demostrando su fiabilidad y rendimiento. Los ingenieros de Nanoflowcell han informado de pocos problemas técnicos, más allá de los típicos desgastes de neumáticos y pequeñas reparaciones.
Un futuro prometedor
Si las pruebas continúan siendo positivas, el Quantino podría revolucionar el mercado de los vehículos eléctricos. Un coche que funciona con agua de mar, es eficiente, tiene una gran autonomía y es respetuoso con el medio ambiente es una propuesta muy atractiva.
Desafíos por superar
A pesar de los avances logrados, aún quedan algunos desafíos por superar antes de que el Quantino pueda comercializarse a gran escala:
- Infraestructura de recarga: Será necesario desarrollar una infraestructura de recarga específica para este tipo de baterías.
- Normativa: La legislación actual sobre vehículos eléctricos puede necesitar adaptarse para dar cabida a nuevas tecnologías como la de Nanoflowcell.
- Disponibilidad de sal: Aunque la sal es abundante, su extracción y procesamiento pueden tener un impacto ambiental.
Conclusiones
El Quantino representa una visión innovadora y prometedora para el futuro de la movilidad eléctrica. Si bien aún queda camino por recorrer, esta tecnología podría ofrecer una alternativa más sostenible y asequible a las baterías de iones de litio.
