CITRÖEN

La leyenda de los 90: cuando Citröen hacía las cosas bien

Citröen XM
Citröen XM

A finales de los años 80, Citroën se embarcó en un ambicioso proyecto para renovar su aclamada tecnología de suspensión hidroneumática, integrando los avances de la electrónica y la informática que dominaban la época. Este esfuerzo culminó en el lanzamiento del Citroën XM, un vehículo que no solo buscaba continuar el legado de modelos icónicos como los DS, SM y CX, sino que también pretendía redefinir los estándares en el segmento de las berlinas de lujo.

El Citroën XM, presentado como una verdadera revolución en el mundo automovilístico, adoptó un nuevo lenguaje estilístico y un enfoque innovador hacia el confort y las prestaciones, impulsado significativamente por los avances en electrónica. Con la introducción de la suspensión Hidractiva, una evolución de la hidroneumática clásica, el XM integró la gestión electrónica para mejorar la comodidad, la reacción ante diferentes situaciones de conducción y la seguridad activa, aspectos que lo distinguieron en su época.

Citroën XM y su Renovación en Motorización y Diseño

Bajo el capó, el XM siguió los pasos del prestigioso Citroën SM, incorporando un motor V6 de 3.0 litros y 24 válvulas que alcanzaba los 200 CV, proporcionando una experiencia de conducción llena de emoción. Esta motorización no solo garantizaba altas prestaciones, sino que también marcaba el regreso de Citroën a los motores V6, una configuración que no se utilizaba desde los tiempos del motor Maserati del SM.

El diseño del Citroën XM fue una obra maestra de Bertone, inspirado en el Citroën SM de los años 70. Su estética, caracterizada por líneas rectas y una aerodinámica optimizada, prefiguraba las formas de modelos futuros como el Citroën Xantia. Notablemente, su amplia superficie acristalada ofrecía una luminosidad excepcional, comparable incluso con modelos más modernos de la marca.

Innovaciones Técnicas y Avances en Comodidad

El habitáculo del XM estaba meticulosamente diseñado para ofrecer el máximo confort, con asientos cuya estructura y forma complementaban las ventajas de la suspensión hidractiva. Innovaciones como una guantera accesible desde su parte superior facilitaban una usabilidad mejorada para el pasajero.

Además, el Citroën XM introdujo una revolución en los sistemas de iluminación del automóvil, al implementar los primeros grupos ópticos de superficie compleja, permitiendo faros de solo 70 mm de altura que concentraban la luz eficazmente, combinando funcionalidad con un estilo vanguardista.

El Salto hacia la Digitalización y el Futuro

El cambio de generación en 1994 no solo trajo consigo un restyling visual y una actualización interior, sino que también marcó la incorporación del multiplexado, una innovación que simplificaba la arquitectura eléctrica del vehículo mediante la digitalización de la transmisión de datos. Esta tecnología permitía una gestión integrada y avanzada de los sistemas del vehículo, pavimentando el camino hacia las modernas funcionalidades que hoy en día damos por sentadas en la industria automotriz.

El Citroën XM no solo fue una muestra de innovación y lujo, sino que también recibió el reconocimiento como “Coche del Año en Europa 1990”, consolidándose como un hito en la historia de Citroën y un clásico admirado por aficionados y expertos del sector automotriz.