En un nuevo episodio que pone en evidencia los límites de la privacidad en nuestra era digital, la Guardia Civil ha detenido a un hombre de 41 años por un delito contra la intimidad y otro de usurpación de estado civil. El acusado había instalado un dispositivo GPS en el vehículo de su expareja con el objetivo de seguirla y controlar sus movimientos.
La víctima, desconociendo por completo la existencia de este dispositivo de seguimiento, descubrió la verdad de manera casual al llevar su coche al taller para una reparación. Fue el mecánico quien, al revisar el vehículo, localizó un GPS oculto con una tarjeta SIM en su interior. Ante este hallazgo, la mujer no dudó en presentar una denuncia ante la Guardia Civil.
Una investigación que desvela una trama de control y manipulación
Las investigaciones realizadas por la Guardia Civil apuntaron desde el principio hacia la expareja de la víctima como principal sospechoso. El hecho de que el hombre siempre supiera dónde se encontraba su ex, a pesar de la ruptura de la relación, despertó las sospechas de los agentes.
Además, el rastreo de la tarjeta SIM asociada al GPS permitió identificar al titular de la línea telefónica, una persona ajena a los hechos que había convivido en el pasado con la pareja. Los agentes descubrieron que se había utilizado una fotocopia del DNI de esta persona, sin su autorización, para dar de alta la línea y así ocultar la verdadera identidad del acosador.
Un delito cada vez más frecuente
Este caso, aunque pueda parecer aislado, refleja una realidad cada vez más común: el uso de dispositivos de seguimiento para controlar a las parejas o exparejas. La facilidad con la que se pueden adquirir estos dispositivos, su pequeño tamaño y la dificultad para detectarlos los convierten en una herramienta muy utilizada por acosadores y controladores.
¿Cómo protegerse?
Ante esta creciente amenaza, es fundamental tomar medidas para proteger nuestra privacidad y la de nuestros seres queridos:
- Revisar periódicamente el vehículo: Es recomendable revisar de forma regular el coche en busca de cualquier dispositivo extraño o anomalía.
- Conocer las aplicaciones de seguimiento: Informarse sobre las diferentes aplicaciones de seguimiento que existen y cómo funcionan puede ayudar a detectar posibles intentos de vigilancia.
- Confirmar la identidad de los mecánicos: Al llevar el coche al taller, es importante asegurarse de que el personal está autorizado a realizar cualquier tipo de manipulación en el vehículo.
- Denunciar cualquier sospecha: Ante cualquier indicio de que alguien esté vigilando o controlando tus movimientos, no dudes en denunciarlo a las autoridades.