Peugeot, Citröen y algunas otras marcas como Opel tuvieron la mala suerte de montar unos motores que tenían un aparente y supuesto defecto de fábrica que ha dado dolores de cabeza a cientos de afectados. Ya hablamos sobre la demanda colectiva que planea sobre Peugeot precisamente por estos motores Puretech con la correa de distribución bañada en aceite. Pero no entramos en cómo es cada caso concreto.
La marca, en cierto modo consciente de los problemas que daban, a veces se hacía cargo de la avería (que casi siempre acaba en un cambio de motor completo), pero los clientes no se han quedado precisamente satisfechos con la experiencia. Este cliente que relata su historia hoy en CHASIS CERO se compró en junio de 2017 un Citröen C3 1.2 Puretech. Todo parecía normal hasta que se empezaron a ver los primeros problemas.
Los primeros kilómetros no fueron en absoluto fáciles. El Citröen perdía aceite, pero no tenía manchas por ningún lado ni por ninguna parte. También perdía potencia y del tubo de escape salía humo blanco, lo que hizo que el propietario llevara el coche al taller. Lo llevó a Talleres Hermindo, en Ponteareas (Pontevedra) y las dos primeras visitas, tal y como cuenta el cliente, se saldaron con que el mecánico simplemente le rellenó el aceite que le faltaba al coche sin dar mayores explicaciones. El aceite, sin embargo, duraba tan solo 1.000 kilómetros después de cada rellenado y pese a que el vehículo lo quemaba de alguna manera, nadie daba con la solución.
En la tercera visita (un 3 de mayo de 2021), este cliente directamente dejó el coche en el taller. Tardaron cuatro días en llamarle para comunicarle que lo que había que hacer es cambiar el motor completo, pero con el añadido de que había una buena noticia: Peugeot pagaría el 50% del coste de la reparación, lo que dejaba una avería de “tan solo” (entiéndase la ironía) 2.150 euros. Menos mal que el coche no era un Audi u otra marca donde la sustitución del motor hubiera implicado llegar a las cinco cifras.
Con todo esto sobre la mesa, el cliente tuvo que hacer frente a la reparación sin recibir absolutamente ninguna explicación, tal y como ha relatado a CHASIS CERO. No le dieron diagnóstico, según ha insistido. Hemos querido aguantar esta información hasta el final precisamente para dejar constancia de que, pese a que ya se le había acabado la garantía a su Citröen C3, con tan solo 90.000 kilómetros ya se tuvo que hacer frente a una sustitución completa de motor sin dar demasiadas explicaciones.
Cuando se puso a investigar, este afectado se dio cuenta de que había muchos más como él. Personas que habían adquirido vehículos con este motor 1.2 Puretech que estaban dando exactamente los mismos problemas. Un vehículo con 90.000 kilómetros y cuatro años de antigüedad ya tenía que cambiar el motor. Por todo esto, este cliente es uno más de los que se ha sumado a la demanda colectiva que se pretende presentar contra Peugeot y todas las marcas que montaron estos motores para conseguir que les indemnicen con el coste total de la reparación o les sustituyan el coche por otro de características similares que no tenga ese mismo problema.