El aviso ha sido claro por parte del director general de la DGT, Pere Navarro: a partir de 2024, España podría dar comienzo a la implementación de peajes en las autovías. Una afirmación que ha sido desmentida por la Ministra de Transportes, Raquel Sánchez, pero que parece estar más cerca que nunca de ser una realidad a partir del año próximo.
Una realidad ante la que los conductores españoles no están dispuestos a sacar la cartera. Y es que, tal y como muestran datos de 'Foro de Movilidad', cerca de un 70% de los españoles estaría dispuesto a volver a las carreteras secundarias para evitar el pago en las autovías. Convencimiento de los conductores españoles que no sólo dejaría en desuso las autovías españolas, sino que también supondría un incremento de la inseguridad en los viajes españoles, así como un incremento de los accidentes en todo el territorio nacional.
Algo que ha llevado a ChasisCero, junto a la Inteligencia Artificial, ha encontrar algunos de los puntos más peligrosos de las carreteras secundarias españolas. "Tramos negros" que, si se llega a materializar el peaje en las autovías a partir de 2024, deberán ser tenidos muy en cuenta por parte de los conductores españoles para evitar, en la medida de lo posible, que la siniestralidad aumente al volante a partir del año que viene.
La carretera A-397: Ronda - San Pedro de Alcántara
En la provincia de Málaga, la carretera A-397 que conecta Ronda con San Pedro de Alcántara ha sido catalogada como una de las más peligrosas de la región. Esta carretera serpenteante atraviesa la Sierra de las Nieves, ofreciendo hermosos paisajes, pero también presenta numerosas curvas pronunciadas y pendientes empinadas que aumentan el riesgo de accidentes. Además, la falta de barreras de seguridad en algunos tramos aumenta aún más la peligrosidad de esta vía. Es crucial que se realicen mejoras en la infraestructura y se implementen medidas de seguridad adicionales para reducir el número de accidentes en esta carretera.
La carretera N-621: Riaño - Cangas de Onís
En la región de Asturias y Castilla y León, la carretera N-621 que une Riaño con Cangas de Onís es conocida por ser una vía peligrosa. Esta carretera montañosa atraviesa el Parque Nacional de los Picos de Europa y presenta una serie de desafíos, como curvas cerradas y estrechos carriles. La niebla frecuente y las condiciones climáticas adversas también contribuyen a la peligrosidad de la vía. Se requiere una mayor inversión en infraestructuras y medidas de seguridad para mejorar la visibilidad y reducir los riesgos asociados con esta carretera.
La carretera C-25: Lleida - Girona
En la comunidad autónoma de Cataluña, la carretera C-25 que conecta Lleida con Girona ha sido objeto de preocupación debido a su alta tasa de accidentes. Esta carretera, que atraviesa la llanura de la Selva, es utilizada por muchos conductores para acceder a la costa. Sin embargo, la falta de mantenimiento adecuado, la presencia de curvas peligrosas y la combinación de vehículos de carga pesada y tráfico ligero contribuyen a una mayor probabilidad de colisiones. Es fundamental que se realicen mejoras en la infraestructura y se implementen medidas de seguridad para proteger la vida de los usuarios de esta vía.
La carretera N-232: La Rioja - Aragón
La carretera N-232, que conecta las comunidades autónomas de La Rioja y Aragón, ha sido catalogada como una de las carreteras secundarias más peligrosas de España. A lo largo de su recorrido, esta vía presenta varios tramos sinuosos y estrechos, así como una gran afluencia de vehículos pesados. Además, la falta de señalización adecuada y la presencia de numerosos cruces aumentan el riesgo de accidentes. Mejorar la infraestructura vial y aumentar la concienciación sobre los peligros asociados con esta carretera son medidas esenciales para reducir la tasa de accidentes en la N-232.
Carreteras que, sin duda, volverán a ganar mucho protagonismo en los viajes nacionales de muchos conductores pero que, sin embargo, podrían acabar acaparando muchas portadas debido a su peligrosidad, con curvas y rectas traicioneras que harán que sea más necesario que nunca prestar atención al volante para volver sano y salvo a casa.
