Los recuerdos del verano están muy, muy lejos. Y es que, con estas bajas temperaturas, lluvias, e incluso nieve en algunas zonas, muchos son los que echan de menos esas tardes de verano con piscina y amigos.
Pero es justo en esos momentos en los que podemos acordarnos de que tenemos uno de esos flotadores "churro" que tanto juego dan en verano... ahora completamente abandonado. Y, seguramente, poco apto para ser utilizado el verano que viene.
Pues bien, si es tu caso... mejor no tirar ese pequeño trozo de plástico flotante. Y es que, con unos pequeños y sencillos pasos, podrías alargarle la vida a ese trozo de plástico ya aparentemente inútil. Y además, alargar la pintura de tu coche.
Así pues, sólo necesitas algunos de estos flotadores en forma cilíndrica del verano para poder hacer unas protecciones caseras para tu coche en el garaje. Un proceso que no tiene excesivo esfuerzo y que, sin duda, podría salvar a tu coche de acabar "enfrentándose" con alguna pared o columna, y acabar en el taller mecánico.
Así es el sencillo proceso para salvar tu coche
Manos a la obra. El proceso no es complicado, y lo cierto es que es mucho más barato que las opciones de defensas para el garaje de tu casa que puedes encontrar en las diferentes plataformas online o tiendas especializadas.
El primer paso es, tal vez, el más complicado de ejecutar. Debes coger el "churro" flotador, y cortarlo a lo largo por la mitad (no nos chivaremos si no queda exacto...). Ahora, teniendo las dos mitades listas, lo importante es calcular la altura a la que deben estar estas "protecciones low cost" en la pared de tu garaje. Recuerda que el objetivo es que, bien al aparcar, o bien al abrir la puerta, el coche en ningún momento choque directamente con la pared o la columna.
Después de medir la altura perfecta, el resto es sencillo. Sólo debes contar con un buen pegamento, cinta de doble cara adhesiva, o un buen martillo y un puñado de clavos. Fija cada mitad del flotador a la pared, y comprueba suavemente que esté colocado en el lugar correcto para evitar golpes.
También puedes convertirlas en "protecciones portátiles"
Sin embargo, ésta no es la única opción para reutilizar la gomaespuma de este verano. Y es que Chasis Cero también ha sido testigo de otras utilizaciones por parte de los más amantes del motor. Y sí, en un parking de cualquier centro comercial.
Así pues, parece que muchos son los amantes del motor que odian aparcar en un parking público, y encontrarse después que han golpeado su coche con las puertas de los coches aparcados a ambos lados.
Una situación ante la que los diferentes juguetes y flotadores de piscina también pueden hacer un gran servicio este invierno. Y es algo tan sencillo, como atarlos a una cuerda, y dejarlos "colgando" de las ventanillas a ambos lados del coche.
Sirven tanto las pelotas de gomaespuma, como los ya conocidos "churros" de piscina. Sólo tienes que atarlos fuerte con una cuerda fina, y enganchar la misma a la ventanilla del coche antes de salir, procurando que la cuerda deje estos flotadores a la altura "típica" de esos "toquecitos de puerta" que tanto molestan.
Sin duda, trucos "low cost" de algunos amantes del motor que a más de uno le pueden salvar de un susto este invierno. Y, sobre todo, de una visita al taller.