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Pasta de dientes: el truco definitivo para repeler la lluvia del espejo retrovisor

Este truco casero es eficaz y económico, pero no es tan duradero como los tratamientos antilluvia específicos
Retrovisor lluvia
Retrovisor lluvia

La pasta de dientes es un producto que, además de sus propiedades para la higiene bucal, también puede tener otros usos. Uno de ellos es como repelente de lluvia para retrovisores.

Cuando la climatología es adversa, la lluvia y la nieve pueden dificultar la visibilidad del conductor, ya que las gotas y los copos de nieve se acumulan en los retrovisores. En los vehículos con retrovisores calefactados no hay problema, pero en los tradicionales, el conductor debe recurrir a otros métodos para evitar que se empañen.

Una opción es utilizar un trapo para secarlos, pero esto solo es posible si el vehículo está parado. En marcha, el conductor debe contar con otra solución.

Aquí es donde entra en juego la pasta de dientes. Este producto contiene agentes de limpieza que, al ser aplicados sobre un espejo, crean una capa protectora frente a la lluvia y la nieve. Esta capa minimiza la tensión superficial del agua, lo que hace que las gotas se desplacen rápidamente por el retrovisor sin llegar a condensarse.

Para utilizar la pasta de dientes como repelente de lluvia para retrovisores, basta con seguir estos pasos:

  1. Limpiar el retrovisor con agua y jabón para eliminar cualquier resto de suciedad o grasa.
  2. Aplicar una pequeña cantidad de pasta de dientes sobre el retrovisor con un paño de algodón o microfibra.
  3. Extender la pasta de dientes de forma uniforme por toda la superficie del retrovisor.
  4. Dejar que la pasta de dientes se seque durante al menos 30 minutos.
  5. Pulir el retrovisor con un paño limpio para eliminar cualquier resto de pasta de dientes.

Este truco casero es eficaz y económico, pero no es tan duradero como los tratamientos antilluvia específicos. Los tratamientos antilluvia contienen una resina hidrofóbica que actúa como un perfecto repelente para las gotas de lluvia, la nieve y el hielo. Una vez aplicado sobre el cristal, son capaces de librarse de estos elementos a velocidades de hasta 80 km/h.

Si el conductor busca una solución más duradera, lo mejor es recurrir a un tratamiento antilluvia específico. Estos tratamientos se pueden encontrar en tiendas especializadas en productos para el automóvil.