En plena era de la digitalización, las pantallas táctiles se han convertido en el elemento básico de los coches. La instrumentación, el sistema de infoentretenimiento e incluso la climatización se pueden controlar a través de ellas. Sin embargo, esta tendencia no ha terminado de convencer a todos los conductores.
Volkswagen es una de las marcas que más ha apostado por las pantallas táctiles. Sin embargo, la compañía alemana ha reconocido que muchos clientes consideran que la pantalla táctil no es suficiente y esperan interruptores y diales físicos para funciones importantes.
En respuesta a estas críticas, Volkswagen ha decidido dar un paso atrás y 'sacar' de la pantalla algunos controles para volver a colocar botones físicos. De hecho, la marca alemana tiene previsto incorporar una botonera con varios controles básicos en el futuro ID.2.
El ID.2 es el modelo eléctrico más pequeño de Volkswagen. Se trata de un coche urbano que está pensado para el uso diario en ciudad. La incorporación de botones físicos en este modelo es una clara señal de que Volkswagen está escuchando las demandas de sus clientes.
No obstante, la marca alemana no ha abandonado las pantallas táctiles. El ID.2 también contará con una gran pantalla central que controlará el sistema de infoentretenimiento, el GPS y otras funciones. El objetivo es encontrar un equilibrio entre pantallas táctiles y controles físicos.
La decisión de Volkswagen es una buena noticia para los conductores que prefieren los controles físicos. Sin embargo, también es un buen ejemplo de que las marcas están escuchando las demandas de sus clientes.
Los botones físicos ofrecen una serie de ventajas que las pantallas táctiles no pueden igualar. Por ejemplo, son más fáciles de usar mientras se conduce, ya que no es necesario apartar la vista de la carretera. Además, son más resistentes al desgaste y a los golpes.
Sin embargo, las pantallas táctiles también tienen sus ventajas. Por ejemplo, ofrecen una mayor versatilidad y permiten mostrar más información. Además, son más fáciles de limpiar.
El equilibrio entre pantallas táctiles y controles físicos es la mejor solución. Las marcas deberían ofrecer a los clientes la posibilidad de elegir el tipo de control que más les conviene.
