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Adiós al diésel: Volvo será la primera marca europea en dejar de fabricar coches con estos motores

La marca de origen sueco ha dado el primer paso en Europa ¿cuál será la siguiente?
Volvo
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En un emocionante giro hacia la sostenibilidad y la electrificación, la icónica marca de automóviles sueca, Volvo, ha anunciado que dejará de fabricar vehículos diésel a principios de 2024. Esta decisión estratégica coloca a Volvo en la vanguardia de la industria automotriz, convirtiéndose en la primera gran firma europea en abandonar la producción de coches diésel. Pero, ¿cuál es el motivo detrás de esta audaz movida y qué significa para el futuro de la movilidad?

La industria del automóvil está experimentando una transformación sin precedentes, impulsada por la necesidad de abordar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Volvo, ahora controlada por la empresa china Geely, ha decidido liderar esta revolución en la movilidad.

"Nuestro objetivo para 2030 es vender únicamente vehículos eléctricos puros y, para 2040, ser una empresa neutra desde el punto de vista climático", declaró Volvo en un comunicado reciente. Esta ambiciosa hoja de ruta hacia la electrificación total es un hito en la industria automotriz y refleja el compromiso de la marca sueca con un futuro más limpio y sostenible.

Una de las decisiones clave que llevó a esta transformación fue la creación de Polestar, una marca prémium 100% eléctrica respaldada por Volvo. Polestar representa la visión de Volvo para la movilidad eléctrica de alto rendimiento y diseño innovador.

Además, en un movimiento significativo, Volvo anunció que ya no dedicará recursos financieros a desarrollar nuevos motores de combustión interna. Esto marcó el cierre de una etapa en la que los motores diésel desempeñaron un papel central en la industria automotriz.

La decisión de Volvo llega en un momento en que la industria del automóvil se enfrenta a una creciente presión para reducir las emisiones y abrazar tecnologías más limpias y eficientes. Según la patronal europea de fabricantes de coches, Acea, en junio de este año se matricularon más coches eléctricos que diésel en Europa, un cambio importante en la tendencia de ventas.

Sin embargo, es importante destacar que, aunque los vehículos diésel están perdiendo terreno en las ventas de automóviles nuevos, todavía dominan el mercado de vehículos de ocasión. Según datos de Faconauto y Ganvam, el 56% de las ventas de automóviles usados hasta agosto de este año fueron diésel, mientras que la gasolina representó el 36.8% de las ventas en este segmento.

La decisión de Volvo de dejar de fabricar coches diésel es un paso audaz hacia un futuro más limpio y sostenible. No solo demuestra su compromiso con la electrificación, sino que también establece un precedente para la industria automotriz europea.

Otros fabricantes, como Stellantis, que posee marcas como Opel, Peugeot y Citroën, también están siguiendo el camino hacia la electrificación. Stellantis se ha fijado el objetivo de vender exclusivamente vehículos eléctricos puros en Europa a partir de 2030 y planea que la mitad de sus ventas en Estados Unidos sean coches eléctricos para el mismo año.

En resumen, Volvo está liderando la transición hacia un futuro de movilidad más sostenible al dejar de fabricar coches diésel a principios de 2024. Su compromiso con la electrificación total para 2030 y la neutralidad climática para 2040 demuestran que la industria automotriz está evolucionando hacia un mundo de coches más limpios y eficientes. El legado de Volvo como pionero en seguridad vial ahora se combina con un firme compromiso con la sostenibilidad, marcando el camino para el futuro de la movilidad.