La demanda colectiva contra Peugeot por los motores con la correa bañada en aceite sigue creciendo y amenaza con dar un duro golpe a la imagen del fabricante. Ya son más de 500 las personas que se han sumado a la misma y desde el grupo PSA miran con recelo los pasos que están dando estos usuarios que se compraron un Opel, un Citröen o un Peugeot con motor Puretech y que se encontraron con una avería que supuso la sustitución completa del motor. Los pasos son firmes y ya tienen esbozada una fecha para presentar esa demanda. Y si no hay sorpresas, todo parece indicar que la primavera será “movidita” en el Grupo Stellantis.
Los organizadores de la demanda no dan abasto y están saturados por la ingente cantidad de correos electrónicos con casos concretos que llegan a sus manos. Ya hablan de más de 2.000 interesados y de 500 comprometidos. Son muchas las personas que se compraron un Peugeot, un Opel o un Citröen con motor Puretech que se han encontrado con graves problemas mecánicos. Algunos relatos que han llegado a CHASIS CERO hablan de situaciones realmente dramáticas. Pero el resumen es un coche inutilizado, una factura de cuatro cifras y una sustitución completa de un motor sin que la marca se hiciera cargo de los costes. Esto en el mejor de los casos.
La idea de los organizadores es presentar la demanda colectiva en marzo. Hay voces más optimistas que se animan a mencionar febrero, pero lo cierto es que todos coinciden en que lo tendrán todo listo para el principio de la primavera. Lo que más está retrasando el proceso es el analizar cada caso y el poner en común que la avería presentada tenga el mismo origen: el deterioro de la correa bañada en aceite de estos motores Puretech. Sin embargo, los pasos no han dejado de darse desde hace meses y ya parece que lo tienen todo organizado para dar el golpe en marzo de 2024.
Para sumarse, simplemente hay que escribir a este mail y relatar el caso concreto: [email protected].
ASÍ SABRÁS SI ESTÁS AFECTADO
Peugeot, Opel y Citröen son las marcas que equiparon el motor Puretech con una correa sumergida en aceite, un tema que ha suscitado gran atención en los últimos meses. Más de 500 personas planean presentar una demanda colectiva contra Peugeot, pero también aquellos propietarios de un Citröen u Opel con el motor Puretech pueden unirse. Ahora bien, ¿cómo saber si tu vehículo está afectado por este problema que tanto preocupa? Aunque no haya presentado problemas o averías hasta el momento, existen ciertos signos indicativos que podrían ser clave.
Numerosos propietarios han compartido sus experiencias con estos motores, siendo los más perjudicados los 1.0 y 1.2 Puretech del grupo PSA, caracterizados por tener la correa de distribución sumergida en aceite. Cerca de 2.000 personas han contactado a los afectados para determinar si podían sumarse a la demanda. De ese grupo, más de 500 se han comprometido a emprender acciones legales conjuntas para recuperar el dinero de la compra del vehículo o cambiarlo por uno con un motor que no tenga esta particularidad en la correa.
La razón por la que estos motores terminan en el taller está relacionada precisamente con la correa de distribución bañada en aceite. Esta particularidad ocasiona una filtración de combustible en el sistema de aceite. La mezcla entre aceite y carburante deteriora la correa, que está en contacto directo y constante con estos componentes, llevándola a su rotura. Cuando esto sucede, la solución es la sustitución completa del motor.
Detectar si tu motor está afectado por esta particularidad de los motores del grupo PSA no es sencillo. Sin embargo, hay ciertos síntomas que pueden ser útiles para anticiparse. Observar el nivel de aceite puede ser indicativo: si este aumenta con el tiempo, es una clara señal de que la filtración está ocurriendo, lo que a la larga deteriorará la correa de distribución hasta su rotura.
En el taller GT Automoción de Ángel Gaitán, han atendido casos en los que el nivel de aceite estaba elevado debido a la mezcla con gasolina. Esto sucede más a menudo de lo que se piensa. No obstante, hay situaciones en las que el usuario no se percata de la situación hasta que se encuentra con una avería que implica un reemplazo del motor, con costos que oscilan alrededor de los 5.000 euros, aunque estas cifras pueden variar dependiendo del tipo de motor y del taller.
