Cada vez son más los conductores, y especialmente los amantes del motor, que no dudan en adentrarse en el mundo de la compra-venta para adquirir su nuevo vehículo. Y es que, a la crisis de componentes que han sufrido los principales fabricantes en los últimos meses, se une también la situación económica del país, así como los elevados precios de los coches, la incertidumbre ante los nuevos coches eléctricos y, por supuesto, la variedad de coches "a buen precio" que se encuentran en los portales especializados en compra-venta.
Un mercado que no deja de crecer y de contar cada vez con más aficionados dentro de la automovilística, tanto por la variedad de coches que se pueden encontrar a "precio de ganga", como por la accesibilidad económica con la que cuentan este tipo de vehículos, siempre mucho más asequibles que los de concesionario.
Una realidad que, sin embargo, es un arma de doble filo: y es que, mientras los usuarios de este tipo de mercado de segunda mano de motor pueden aprovecharse de muchas ventajas, la desconfianza y el desconocimiento sobre el trato que ha recibido un vehículo en cuestión de las manos de sus dueños antes de ser vendido hace que muchos se planteen comprarse un coche de segunda mano. Y es que, en ocasiones, lo que parece ser una gran oportunidad de compra, acaba siendo un saco de facturas de taller.
Un contexto en el que el vídeo protagonista de esta historia permite a esta revista explicar un punto clave para la comprobación del estado de un vehículo y, sobre todo, el uso que ha tenido por parte de su anterior propietario. Y es que a veces, con un simple vistazo es suficiente para saber hasta qué punto el coche ha sufrido en manos de su anterior dueño.
Si ves los colectores azules... huye
Los colectores son un entramado de tubos que salen desde los cilindros del motor del coche (cuanto más cilindros, más colectores), y se conectan con el tubo de escape, creando así el sistema para canalizar los gases producidos por el coche, y expulsarlos de la maquinaria a través del tubo de escape (previa filtración para evitar fuertes contaminaciones). Una función completamente necesaria para el motor, y que convierte a estos colectores en una pieza fundamental.
Pues bien, en el caso de estos colectores, si el coche ha sido puesto a prueba en circuito (es decir, si a su dueño le gusta comprobar las bondades del coche en circuito de carreras, exponiéndolo a condiciones extremas), estos colectores, tal y como se puede observar en el vídeo, se calientan hasta quedar prácticamente incandescentes. Calor extremo que provoca que, cuando baja la temperatura, el metal pierda su color natural de aluminio, quedándose con un claro toque azulado, que se puede ver a simple vista.
Un color que, sin duda, puede desmontar cualquier afirmación de los anuncios de compra-venta que aseguran que el coche siempre ha estado "en el garaje, y nunca en el circuito". Y es que, de tener los colectores este significativo color azul, el comprador del coche puede estar seguro de que esa afirmación es falsa, y que el vehículo ha sido puesto a prueba, hasta el límite, en más de una ocasión en circuito. Algo que afecta gravemente a muchos coches, y que podrían hacer que un vehículo en compra-venta pase de ser un "chollazo", a convertirse en un verdadero problema, especialmente económico, para su nuevo propietario.
@anthony.carss Bit hot #cars #fyp #cartiktok #fypシ ♬ original sound - anthony
