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Se compra un Jaguar XF, se rompe el motor a los 80.000 km y le cobran hasta 20.000 en averías

A los 80.000 kilómetros ya se le rompió el motor.
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El grupo de afectados de Jaguar Land Rover se ha convertido en algo más parecido al Muro de las Lamentaciones que a un espacio donde buscar soluciones. Cada día que se da un paseo por este grupo de Facebook se encuentras nuevas historias que harían que más de uno se estremeciera. Nos ha llamado especialmente la atención las declaraciones de Pedro, un usuario que afirma haberse comprado un Jaguar XF del 2018 con el que ha pasado auténticas penurias. El balance final es el siguiente: más de 20.000 euros en reparaciones en poco tiempo y una afirmación contundente; “el peor coche que he tenido”, dejando insultos aparte.

Este grupo de Facebook tiene todavía algún propietario que asegura que su Land Rover no le ha dado problemas. Por supuesto, los comentarios a estas afirmaciones son siempre los mismos: “véndelo ya”. Sin embargo, hay algunas historias que, resumidas, te dejan claro que los problemas de fiabilidad que atraviesa el fabricante inglés desde que lo compró Tata Motors son auténticos. El caso de Pedro, este usuario del grupo de afectados por Jaguar Land Rover es estremecedor, tal y como explica detalladamente. Se compró un Jaguar XF del 2018, un coche aparentemente premium que no es precisamente barato (nuevo costaba un mínimo de 45.000 euros y un máximo de 65.000), y le dio problemas desde muy temprano. A los 80.000 kilómetros directamente se rompió el motor y tuvo que pagar una reparación de, atención, 12.000 euros por sustituirlo por otro nuevo. Pero esto no acabó aquí.

Cualquiera diría que con un motor completamente nuevo no se deberían haber visto más problemas, pero si ese motor está mal de fábrica, la respuesta se da sola. A los 110.000 kilómetros, según detalla este propietario, se rompió el turbo, lo que supuso una avería de 3.000 euros. A los 120.000, el filtro de partículas, por lo que tuvo que desembolsar 1.500 euros. A los 140.000 kilómetros, empezó a dar señales la bomba de inyección, a lo que le contestaron que si tenía arreglo eran 1.200 euros y si no lo tenía 2.500. Y en última instancia, el Jaguar XF le está dando problemas de inyectores, lo que le han comunicado que supondría 1.120 euros de reparación más a mano de obra. Con todo esto (y con el coche en el taller), Pedro lo tiene claro: “ya no me lo pienso más, en cuanto lo saque del taller pongo la demanda con todas las facturas”, detalla en el grupo de afectados.

Jaguar Land Rover presenta casos así a lo largo y ancho de todo el mundo donde comercializan alguno de sus modelos. En el caso de Pedro, el enfado es más que notorio y se deja ver en las redes sociales por el hecho de que ha vivido un infierno con su XF. La solución es desguazarlo o venderlo, lo mismo que sopesan muchos propietarios de un Land Rover con el fatídico motor Ingenium. Sin embargo, de momento parece que no hay una solución clara desde la marca. Los coches británicos tienen auténticos problemas de fiabilidad y no tienen forma de darle la vuelta a la situación. Solo la electrificación podría salvarles de esta situación.

El grupo de afectados está cogiendo una dimensión importante desde que los problemas de fiabilidad de Jaguar Land Rover empezaron a verse. Desde los propios servicios posventa están absolutamente colapsados porque no saben qué hacer con los vehículos que les entran en garantía con problemas mecánicos serios. La marca ya ha dado respuestas oficiales sobre lo ocurrido, pero no han cumplido las expectativas de nadie, especialmente de aquellos que tienen un Land Rover. Este es un caso más que previsiblemente, y según sus palabras, acabará en los juzgados.