TALLERES

Compra una moto por Internet llena de averías y se entera de que la revisión "preventa" la hizo un taller de Nissan

Ahora se lanza a por ayuda legal y se plantea presentar una denuncia
Aprilia Pegaso
Aprilia Pegaso

Otra historia que habla de compra-venta, garantías y un trabajo insuficiente. Un comprador de una motocicleta Aprilia se encuentra en un complicado embrollo con un concesionario de motos que, presuntamente, ha vendido un vehículo con problemas mecánicos graves y ha ofrecido una garantía insuficiente para cubrir los defectos.

El cliente, que prefirió mantenerse en el anonimato, ha compartido su historia sobre la adquisición por Internet de una Aprilia Pegaso Strada del 2006 con 45.000 km en un concesionario del grupo AVOLO en Jaén en el mes de abril. Poco después de realizar tan solo 200 kilómetros, la motocicleta empezó a hacer unos ruidos sospechosos que indicaban que había algún problema de motor. Al ponerse en contacto con el concesionario, le indicaron que debía dirigirse a la garantía, que consistía en un seguro de garantía contratado por el concesionario.

El comprador llevó la moto al taller y la situación se complicó cuando el perito enviado por la garantía afirmó que, para evaluar el problema, era necesario abrir el motor. Sin embargo, el cliente se negó a firmar una autorización para ello, ya que se le advirtió que si se detectaba algún indicio de mal mantenimiento previo a la venta, él debería cubrir los gastos de la apertura del motor.

La motocicleta del cliente
La motocicleta del cliente

El descontento del cliente aumentó cuando recibió la motocicleta supuestamente revisada, pero al pedir el detalle de los trabajos realizados, solo le proporcionaron una factura (realizada de forma curiosa por Nissan) por la sustitución de la batería y pastillas de freno, sin incluir cambios de aceite ni filtros. Además, al llevarla a un mecánico de confianza, este descubrió que tenía pérdidas de aceite por un retén defectuoso y otros problemas mecánicos no mencionados en la factura.

Tras infructuosos intentos de resolución con el concesionario y la garantía, el cliente se vio obligado a buscar ayuda legal. Un bufete de abogados envió un burofax que fue rechazado por el concesionario y ahora el cliente planea interponer una demanda judicial para rescindir el contrato y recuperar el monto de 2.700 euros pagados por la motocicleta.

El cliente, desesperado por una solución justa, se encuentra ante la posibilidad de enfrentar un costoso proceso legal que, en caso de no obtener un fallo a su favor con condena en costas, podría representar una pérdida adicional de dinero. El mecánico estimó que las reparaciones necesarias podrían ascender a más de 3.300 euros, una cifra significativamente superior al precio de compra original.

El caso subraya la vulnerabilidad de los consumidores ante problemas con garantías insuficientes y deficiencias en la calidad de los vehículos adquiridos a través de concesionarios. El cliente se encuentra en una encrucijada, esperando una resolución justa a su situación complicada, mientras contempla la posibilidad de una larga batalla legal para obtener una compensación justa y resolver los problemas mecánicos de la motocicleta.