Ya leímos que había motores que Toyota montaba en algunos de los coches que lanzaba al mercado que no eran precisamente de la casa. Especialmente en las furgonetas, Toyota se lanzó a comprar motores de PSA (el grupo al que pertenece Peugeot). Pero ahora hay algunos clientes que se están llevando una sorpresa al darse cuenta que se compraron un Toyota con motor BMW. Hasta ahí todo normal. No debería pasar nada, pero pasa. Y más cuando se tiene en cuenta que hay campañas activas para reparar este motor de BMW que dio muchos quebraderos de cabeza a la propia marca.
Hablamos de un Toyota Avensis que el propietario procedente de Gandía (Comunidad Valenciana) adquirió con 80.000 kilómetros. Comprar un Toyota no debería ser sinónimo de problemas o averías, pero sí lo puede ser cuando monta un motor de otra marca que no salió demasiado bien. Este cliente compró un coche del 2015 que resultó montar el famoso motor N47 de BMW, ese que tantos problemas, especialmente de la cadena de distribución, dio a quienes se atrevieron a comprarlo.
Con tan solo 129.000 kilómetros, se tuvo que cambiar el motor de este Toyota Avensis. Pero no solo eso. Bastante dramático es que tengan que sustituir el motor entero cuando te haces con los servicios de un coche que según el imaginario colectivo falla poco o nada. Resulta que una vez sustituido el motor, el propietario también se ha enterado de que hay campañas activas en su coche para arreglar otros puntos complicados. Especialmente el enfriador de la válvula EGR.
El motor N47, como hemos dicho, se montó en varios modelos de BMW e incluso de Mini, pero pocos saben que Toyota también lo compró para montarlo en algunos de sus propios coches. Evidentemente el resultado no fue “calidad Toyota”, y quizá por eso quienes contrataron (como es el caso de este cliente) la garantía Toyota Relax, que es durante 15 años o hasta los 250.000 kilómetros, siguen afrontando averías y paseitos por el taller oficial.
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Evidentemente, Toyota es consciente de que estos motores no son propios. Curioso dato es que en los sistemas los llamen “motor WW”. Pero las campañas para reparar componentes como el enfriador de la EGR empieza a ser costosa en las arcas de la marca japonesa. Como dato a tener en cuenta, el síntoma de que hay que sustituir este enfriador es que haya bajado el líquido refrigerante. “El que haya firmado ese acuerdo con el motor BMW debe estar tirándose de los pelos”, ha detallado el propietario de GT Automoción, Ángel Gaitán.
