BMW acostumbra a tener un buen servicio posventa que sus clientes disfrutan y que le ha dado la fama que tiene, pero eso no impide que casos aislados nos lleguen a CHASIS CERO y que pongan en relieve algunas cuestiones clave.
El propietario de un vehículo BMW X1, residente en Albacete, se vio en la necesidad de solicitar una cita previa con el concesionario oficial de la marca en la localidad, ALBAMOCION, ubicado en el Polígono Campollano de Albacete, debido a un ruido detectado en la parte delantera derecha de su automóvil.
La cita fue programada para el día 29 de enero de 2024 a las 09:45 horas. Al llegar al concesionario, el propietario firmó el parte de entrada al taller y dejó su vehículo en manos del personal.
Durante el transcurso del día, utilizando la aplicación oficial de la marca BMW, el propietario pudo rastrear la ubicación de su vehículo, descubriendo que este se encontraba a unos 28 kilómetros de Albacete, en una población distante. Esta situación desconcertó al propietario, ya que consideraba que la distancia recorrida para diagnosticar un simple ruido no era razonable.
Ante la falta de movimientos del vehículo durante varias horas, el propietario decidió investigar por su cuenta. Al dirigirse a la ubicación proporcionada por la aplicación, no pudo encontrar su automóvil en la vía pública, lo que lo llevó a sospechar que podría haber sido sustraído.
Tras realizar algunas indagaciones, dos vecinos de la zona informaron al propietario que conocían a un empleado de ALBAMOCION que residía en la localidad.
Al acudir a la dirección proporcionada, el propietario encontró al empleado de ALBAMOCION dentro de su vivienda, con el vehículo estacionado en el garaje particular. El empleado admitió haberse llevado el vehículo para realizar pruebas de diagnóstico, justificando su acción aludiendo a un permiso concedido por la gerencia del concesionario.
Al día siguiente, el gerente del concesionario se puso en contacto con el propietario para abordar el incidente. Sin embargo, el propietario quedó sorprendido cuando el gerente intentó justificar las acciones del empleado, alegando que se trataba de una persona de confianza y que la prueba se había realizado para diagnosticar el vehículo.
El propietario, insatisfecho con la respuesta del concesionario, decidió esperar la entrega del vehículo el 8 de febrero de 2024, con la esperanza de que al menos le reembolsaran el costo del combustible utilizado indebidamente y recibiera disculpas del personal del concesionario. Sin embargo, ninguna de estas expectativas se cumplió.
Ante esta situación, el propietario decidió informar a BMW sobre el incidente, considerando que la conducta del empleado y la respuesta del concesionario eran inaceptables y dañinas para la reputación de la marca. Además, expresó su preocupación por el posible uso indebido de los vehículos de los clientes con fines de ahorro de combustible y lucro económico.
