JEEP

Un taller oficial de Jeep intenta cobrar 4.000 euros a un cliente por una pieza que solo había que limpiar

Ángel Gaitán
Ángel Gaitán

“Hacia esto va todo. Se rompe una pequeña piececita y lo cambiamos entero”. Esta frase bien podría resumir lo ocurrido con este Jeep que perdía potencia. Con muy pocos kilómetros, apenas 40.000, este vehículo empezó a dar problemas. Se trata de una avería endémica de estos motores que montan un turbo Garrett que tiene una solución, afortunadamente, relativamente fácil. Sin embargo, Jeep parece haber visto el cielo abierto para cobrar más dinero del necesario.

Ramón se compró un Jeep. El Grupo Stellantis ha hecho de esta marca americana uno de sus buques insignia y nada parecía indicar lo contrario. Sin embargo, lo cierto es que este propietario ha vivido un pequeño infierno al intentar solucionar un problema que le saltó a los 40.000 kilómetros. Tan solo dos años y medio después de sacar el coche del concesionario, Ramón ya se vio obligado a hacer un tour por varios talleres para finalmente darse cuenta de que Jeep le quiso cobrar 4.000 euros por una avería que no llegaba a los 500 (dependiendo de la mano de obra, claro está).

El coche se quedaba sin potencia. Ramón ignoraba por qué, por lo que acudió al taller oficial de Jeep para que le indicaran qué ocurría. El fallo provenía del turbo. Ante tal evidencia, el mecánico de la casa Jeep le lanzó un presupuesto elevado. 4.000 euros y un turbo nuevo. Sin embargo, ante el elevado importe de la reparación, Ramón decidió acudir a GT Automoción para pedir un segundo diagnóstico.

Al verlo, en poco tiempo se dieron cuenta de lo ocurría. Ángel Gaitán confirmó que la avería venía del turbo, pero no de la pieza completa, sino de una parte concreta, de un actuador que abría y cerraba una válvula para descargar el exceso de presión dentro de la pieza. En principio, en un diagnóstico rápido y sin entrar en materia, desde GT Automoción le dijeron que con limpiar bien esa pieza, valdría.

Al no haber citas en GT Automoción a corto plazo, Ramón decidió acudir a otro taller donde tomaron una vía intermedia: le cambiaron la válvula de descarga por 600 euros y el coche volvió a funcionar correctamente. No fueron los 4.000 euros de Jeep, pero tampoco fue el presupuesto que podría haber sido al simplemente limpiar la pieza afectada.

@angel_gaitan_oficial #angelgaitan #gtautomocion #jeep ♬ sonido original - Ángel Gaitan

Sea como sea, parece interesante ver cómo Jeep quiso cobrar 4.000 euros por una pieza que no era necesario sustituir completa. Evidentemente, ante este intento de cobrar un buen dinero por una reparación que no era necesaria, Ramón acudió a Consumo e intentó reaccionar ante lo que consideró un hecho injusto. Desde Jeep aseguraron que no podrían cambiar solo esa pieza porque a ellos solo le venden el turbo completo, pero no es verdad. El propio taller donde reparó el coche vio cómo Garrett vendía sus propios turbos por piezas. Si cualquiera puede comprar esas partes, ¿por qué Jeep no se lanzó a la piscina y compró solo la parte averiada? (Aunque tampoco era necesario).

En cualquier caso, esto es un aviso a navegantes para todo aquel que se haya comprado un coche del Grupo Stellantis. Esta falta de potencia y este fallo en la válvula de descarga del turbo (que se ensucia y no funciona bien y lleva a los sensores a cortar la potencia del motor del vehículo) tiene una solución bastante más sencilla y barata de lo que proponen desde el taller oficial.