El drama de un Mazda que pasó desapercibido por tres talleres hasta que finalmente se descubrió el problema: ¡un inyector había salido disparado! La sorpresa fue aún mayor al saber que incluso el concesionario oficial de Mapfre, la compañía aseguradora, no pudo detectar este grave fallo en el motor.
El vehículo sufrió un accidente que, por suerte, no pasó a mayores, pero llevó a múltiples visitas a talleres en un intento de resolver los problemas. Sin embargo, nadie notó el inyector desplazado hasta que llegó a las instalaciones de GT Automoción.
Ángel Gaitán, propietario del taller, se sorprendió al descubrir lo evidente que era el problema al abrir el capó. Se preguntó cómo tres talleres anteriores, incluido uno oficial de Mazda, pasaron por alto algo tan obvio como un inyector fuera de lugar.
El coche, asegurado por Mapfre, hizo un recorrido por varios talleres antes de llegar a GT Automoción, donde finalmente se descubrió el fallo. La situación fue tan inverosímil que Gaitán bromeó sobre la posibilidad de que fuera una cámara oculta.
La avería resultó ser una pieza no sustituida, llamada "espárrago", que provocó la rotura del soporte del inyector y su posterior expulsión. Ahora, Gaitán está revisando toda la documentación para entender por qué los talleres anteriores no detectaron el problema.
El propietario de GT Automoción señaló que, aunque Mazda es una marca fiable con un mantenimiento adecuado, la situación demuestra que incluso los talleres oficiales pueden fallar en el diagnóstico de problemas evidentes.
Este caso ha generado preguntas sobre la fiabilidad de Mazda, pero la respuesta es clara: la marca es fiable siempre y cuando se realice un mantenimiento adecuado del vehículo.
