PEUGEOT

Un taller de Peugeot le cobra dos veces por la misma avería y cuando les "caza" le descuentan 50 euros

Peugeot Partner Tepee
Peugeot Partner Tepee

El pasado 17 de octubre, la propietaria de una Peugeot Partner Tepee retiró su automóvil del taller Peugeot Karealde, ubicado en la calle Karealde de Barakaldo, Bizkaia. En un principio, todo parecía estar en orden; sin embargo, aproximadamente un mes y medio después, comenzó a percibir un ligero olor a gasoil en el interior del coche. Aunque inicialmente no le dio gran importancia, la situación empeoró en el siguiente mes y medio, cuando el vehículo empezó a emitir un fuerte ruido y el olor se hizo insoportable.

Ante esta problemática, la propietaria decidió regresar al taller para obtener una solución y sobretodo para pedir explicaciones de lo ocurrido, dado que todos los problemas aparecieron nada más salir del taller. Allí, los mecánicos identificaron que el origen del inconveniente residía en la junta de los inyectores. El problema fue que, al revisar la factura, la cliente notó que ya habían cambiado la junta en una reparación anterior. Al cuestionar esto y ponerlo en relieve ante los profesionales, el jefe de taller, Rubén, afirmó que la junta no había sido reemplazada, generando confusión y descontento por parte de la cliente, quien tenía claro que eso no era así.

A pesar del desacuerdo, se procedió a reparar nuevamente el vehículo, implicando un desembolso adicional de 700 euros. Como gesto de buena voluntad, se aplicó un descuento de 50 euros por el error cometido. No obstante, la pieza de la junta fue nuevamente cobrada a la cliente. Tremendo, pero cierto, tal y como ha acreditado con facturas la cliente afectada por este proceso. El descuento de 50 euros no pareció calmar los ánimos ni lo más mínimo, pero lo cierto es que desde el taller oficial se debieron sentir bien al aplicarlo.

El malestar de la propietaria no terminó ahí, ya que poco después de retirar su vehículo del taller, la luz de fallo del motor se encendió nuevamente. Al regresar al taller, se descubrió que una arandela había sido apretada incorrectamente, lo que generó una nueva avería. Además, se informó a la cliente sobre una fuga de aceite en otra parte del automóvil, siendo catalogada como una avería diferente. Vamos, que todos los nuevos problemas saltaron sin que, una vez más, nadie se hiciera cargo del problema; razón por la que la propietaria de esta Peugeot está considerablemente descontenta. 

Ante esta situación, la propietaria expresó su preocupación y cuestionó la calidad del servicio, señalando que ya había dejado su coche en el taller tres meses antes por una pérdida de aceite, la cual afirmó que no fue reparada adecuadamente. Las facturas correspondientes fueron adjuntadas como respaldo a sus reclamos.

Este caso pone de manifiesto la importancia de la transparencia y la calidad en los servicios automotrices, así como la necesidad de una comunicación clara entre los talleres y sus clientes para evitar malentendidos y garantizar la satisfacción del usuario.