Los automóviles se enfrentan a pruebas significativas cuando se trata de condiciones climáticas extremas. Los fabricantes invierten grandes cantidades de dinero en pruebas para evaluar cómo responden sus vehículos en lugares con temperaturas extremas, ya sea en el Ártico, el desierto de Arizona u otros lugares similares. Estas pruebas permiten simular el rendimiento de los automóviles en condiciones de calor o frío intenso, con temperaturas que pueden oscilar entre los 50 grados Celsius y menos 50 grados Celsius.
Según un informe del RACE (Real Automóvil Club de España), la época del año con mayor incidencia de averías suele ser en verano. Esto es comprensible si consideramos la gran cantidad de vehículos en las carreteras debido a los desplazamientos vacacionales y las condiciones rigurosas a las que se someten a los automóviles. Pero también se producen variaciones en nuestro coche que conviene tener en cuenta de cara a las inspecciones técnicas.
Problemas en la ITV
Los días de calor intenso representan un desafío especial para la inspección técnica de vehículos (ITV). Existen partes específicas del automóvil que sufren especialmente en estas condiciones, como los neumáticos, los frenos y los líquidos del vehículo.
1. Neumáticos: El calor excesivo afecta tanto a la degradación de la goma de los neumáticos como a la presión de los mismos. Medir con precisión la presión real cuando los neumáticos están calientes resulta complicado.
2. Frenos: Las pastillas y los discos de freno también se ven afectados por la temperatura, lo que puede reducir su eficacia y provocar un aumento en la temperatura de manera más rápida. Además, el liquido de frenos tiende a calentarse mas fácilmente, lo que puede llevar a una respuesta esponjosa del pedal y una frenada prolongada, conocida como fading.
3. Emisiones de gases y aceite del motor: La temperatura también tiene un impacto en el aceite del motor, volviéndolo más líquido y cambiando variaciones en su volumen. Esto puede ocasionar problemas de lubricación e incluso lecturas incorrectas en los sensores.
Las pruebas de emisiones de gases pueden volverse especialmente desafiantes en condiciones climáticas extremas. Las variaciones en el volumen y la mezcla de gases pueden dar lugar a episodios de alta contaminación, tanto en días de mucho calor como en días extremadamente fríos, lo que resulta en problemas de emisiones.
Es importante tener en cuenta estos desafíos y tomar medidas adecuadas para mantener nuestros vehículos en buen estado durante las condiciones climáticas extremas. Realice revisiones periódicas, compruebe la presión de los neumáticos, el estado de los frenos y los líquidos, así como utilice aceite de motor adecuado para cada estación, son acciones que pueden ayudar a minimizar los problemas causados por el calor intenso o el frío extremo. Al tomar estas precauciones, podemos asegurarnos de que nuestros automóviles funcionen de manera óptima y segura en cualquier situación climática.
