Es una estrategia como cualquier otra. De hecho, de este artículo podrás sacar diferentes conclusiones, desde que en Tesla son mucho más inteligentes (en contra de tus intereses como posible cliente) de lo que te puedas imaginar o que directamente mantener un coche eléctrico no necesariamente es mucho más barato que un coche de combustión. Sea como sea, lo cierto es que si tienes un Tesla, este artículo te interesa. Y si no, también, pues sabes cómo pueden llegar a funcionar en cuanto a los recambios y las reparaciones se refieren los grandes fabricantes.
Cambiar un brazo de suspensión no suele ser una reparación especialmente traumática. O al menos no lo ha sido con los vehículos de combustión. Sin embargo, con un Tesla Model S la cosa cambia de forma considerable. El componente que viene de origen no es especialmente bueno, tal y como asegura Ángel Gaitán. Es por esto que en muchas ocasiones se suele sustituir en caso de que no estén en buen estado por otro diferente. Sin embargo, la operación que hay que realizar para sustituir este componente es más traumática de lo que debería.
Para empezar, levantar un coche eléctrico en un elevador tiene sus inconvenientes. En caso de que haya que extraer la batería, se tiene que hacer desde las ruedas, razón por la que en GT Automoción han adquirido un elevador específico para poder levantar vehículos eléctricos. Pero una vez solucionado este problema, los dolores de cabeza no se acaban de golpe.
Para sustituir el brazo de suspensión, hay que literalmente desmontar la batería entera del coche. ¿Por qué? Porque hay que desatornillar un largo tornillo que no tiene apenas recorrido porque literalmente choca con la propia batería. ¿Esto es un fallo de ingeniería o está pensado de antemano? Esa pregunta no la podemos responder. Lo que sí podemos aclarar es que la reparación o sustitución de este componente requiere mucha más mano de obra de la necesaria.
A esto hay que añadirle otro asunto. Se puede hacer un “apaño”. Se podría dar la vuelta al tornillo, es decir, romper el de origen, extraerlo y meterlo al revés. Sin embargo, el propio Ángel Gaitán ha asegurado que ha solicitado componentes a Tesla y que un año después aún sigue esperando a que le lleguen.
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Ya hemos visto en GT Automoción el “famoso” caso de un retrovisor que se solicitó hace casi un año y todavía no ha llegado el componente. Cuando el cliente afectado llamó a Tesla para pedir explicaciones, le aseguraron que a él se lo solucionaban en unas pocas semanas. Esta declaración dada por el propio dueño del coche dejó claro que algo pasaba en las instalaciones de Tesla. Pero sin entrar en polémicas, parece claro que reparar uno de estos coches no es precisamente sencillo ni barato.
El resumen es simple. Para quitar un tornillo tienes que desmontar la batería entera del coche. Y esto para cambiar un brazo de suspensión que de origen no tiene la mejor calidad del mundo, que digamos. El propio Ángel Gaitán ha planteado subir un vídeo con el proceso completo de la reparación de este Tesla Model S para que otros puedan ver la complejidad que conlleva sustituir componentes como el brazo de suspensión.
