El mundo del motor volvió a ser testigo de un nuevo y temerario pique entre dos conductores, esta vez en la SE-30 de Sevilla. El enfrentamiento entre ambos llegó a tal punto que uno de ellos acabó parando y bajándose del coche para liarse a golpes con el del otro. Y además se olvidó poner el freno de mano, por lo que su propio vehículo siguió hacia adelante. Viendo el vídeo casi parece un milagro que no acabara en desgracia.
En el vídeo, compartido por la cuenta Social Drive, vemos este enfrentamiento entre ambos conductores. El del SEAT Ibiza amarillo acosa al coche VTC y éste le cierra el paso mientras se cambian continuamente de carril a escasos centímetros uno del otro.
En un momento dado, el conductor del VTC se baja del coche. Su nivel de desquicie debía ser tal que no puso el freno de estacionamiento, así que su Skoda siguió sin nadie al volante para acabar contra el muro de la autovía. Ni corto ni perezoso intentó liarse a patadas con la carrocería del Ibiza en medio del tráfico. El del SEAT intenta atropellarle acto seguido, pero al final acaba marchándose.
La escena es grabada por el copiloto de un camión pequeño que circula justo detrás. Un espectador al que se le ve encantado con la batalla improvisada: "A ver si se bajan y se hinchan los dos", comenta.
@SocialDrive_es Después de varios zig zag uno de los conductores acaba bajándose y golpeando el coche contrario
📍Puente del Centenario, Sevilla pic.twitter.com/bRj9ZCVBKw— Seba Bueno (@Sebac2vts) December 14, 2023
Todo apunta a que el pique entre ambos vendría de antes y que el video solo refleja el final, ya en este puente del Quinto Centenario de la ciudad Hispalense. Según ABC Sevilla ocurrió sobre las 10:00 de la mañana.
En el vídeo se ve perfectamente la matrícula del Ibiza, así que seguramente la Guardia Civil acabe identificándolos. La conducción temeraria, normalmente tramitada por vía judicial como delito, se castiga con penas de cárcel de seis meses a dos años y la retirada del carnet de conducir hasta seis años. Poca broma para el conductor del VTC, ya que necesita el carnet para ganarse la vida.
Este tipo de comportamientos son inadmisibles y ponen en peligro la seguridad de todos los usuarios de la vía.
