Si eres propietario de un vehículo y estás acostumbrado a utilizar gasolina de 98 octanos, es posible que te preguntes qué sucedería si en alguna ocasión te vieses obligado a utilizar gasolina de 95 octanos.
En este artículo, exploraremos los posibles fallos que podrían surgir si le echas gasolina de 95 en vez de 98 a tu coche. También te daremos algunos consejos sobre cómo afrontar esta situación de manera adecuada.
- ¿Qué es el octanaje de la gasolina?
- ¿Qué fallos puede tener el motor si se reposta gasolina 95 en vez de 98?
- Detonación prematura de la mezcla
- Pérdida de rendimiento
- Mayor consumo de combustible
- Desgaste prematuro del motor
- Recomendaciones para minimizar daños si has echado 95 en vez de 98
¿Qué es el octanaje de la gasolina?
Para entender mejor el impacto de usar gasolina de menor octanaje, primero debemos comprender qué significa el número de octanos.
El octanaje de la gasolina es una medida de la capacidad antidetonante de un combustible. Indica la resistencia de la gasolina a la detonación prematura en el motor. Cuanto mayor sea el octanaje, mayor será la capacidad de resistencia a la detonación.
Los motores de alta compresión requieren gasolina con un mayor octanaje para evitar la detonación no deseada y por lo general funcionan con gasolina de 98. Incluso, en algunos casos, como el Nissan GT-R la gasolina recomendada por el fabricante puede llegar a los 100 octanos.
¿Qué fallos puede tener el motor si se reposta gasolina 95 en vez de 98?
Descubre por qué es importante seguir las recomendaciones del fabricante y qué consecuencias podría acarrear el uso de gasolina de un octanaje inferior.
Detonación prematura de la mezcla
Uno de los problemas más comunes al utilizar gasolina de menor octanaje es la detonación prematura del motor. El octanaje representa la resistencia del combustible a la detonación antes de lo previsto.
Cuando se utiliza gasolina de 95 en lugar de 98, la probabilidad de que ocurra una detonación no controlada, también conocida como "picado de bielas", aumenta significativamente. Esto puede causar daños graves en los componentes internos del motor, como pistones, bielas y válvulas.
Pérdida de rendimiento
El uso de gasolina de menor octanaje puede resultar en una disminución del rendimiento y la potencia del motor. La falta de resistencia a la detonación puede llevar a que el motor no funcione de manera eficiente, especialmente durante la aceleración o al subir pendientes. Como resultado, es posible que experimentes una pérdida notable de potencia en tu vehículo.
Mayor consumo de combustible
El uso de gasolina de 95 octanos en lugar de 98 octanos puede ocasionar un aumento en el consumo de combustible.
Esto se debe a que el motor no puede aprovechar de manera óptima el combustible de menor calidad, lo que resulta en una combustión menos eficiente. Con el tiempo, este mayor consumo de combustible puede afectar negativamente tu economía y hacer que debas llenar el tanque con más frecuencia.
Desgaste prematuro del motor
El uso continuo de gasolina de menor octanaje puede generar un mayor desgaste en los componentes internos del motor. La detonación prematura y la falta de lubricación adecuada pueden dañar los cilindros, válvulas y otros elementos esenciales del sistema de combustión. Como resultado, es probable que enfrentes reparaciones costosas y una disminución en la vida útil del motor.
Recomendaciones para minimizar daños si has echado 95 en vez de 98
Si te encuentras en una situación en la que no tienes acceso a gasolina de 98 octanos y debes utilizar gasolina de 95, aquí hay algunas recomendaciones que pueden ayudarte a minimizar los posibles daños:
- Conduce de manera suave y moderada: Evita aceleraciones bruscas y altas revoluciones para reducir el estrés en el motor.
- Utiliza aditivos para mejorar el octanaje: En algunos casos, puedes encontrar aditivos para gasolina que aumentan el octanaje y ayudan a prevenir la detonación. Puedes encontrarlos en las propias gasolineras o en tiendas del automóvil.
En conclusión, el uso de gasolina de 95 en vez de 98 puede dar lugar a varios fallos en el coche. Desde problemas de detonación y pérdida de rendimiento, hasta afectaciones en el sistema de control de emisiones y desgaste prematuro del motor.
La buena noticia es que eso sucede a largo plazo. Si te confundes en alguna ocasión al repostar, no debería afectar a la fiabilidad de tu coche.
