JAGUAR

Un trabajador de un compra-venta da la 'clave' para que Jaguar y Land Rover no te arruinen: "He vuelto a cambiar el turbo a modo preventivo"

Cambiar el aceite cada 10.000 kilómetros y cambiar el turbo de "forma preventiva".
Concesionario Jaguar
Concesionario Jaguar

Un propietario de un compra-venta se ha lanzado a opinar sobre la famosa poca fiabilidad de los modelos de Jaguar y Land Rover. Para ello, ha relatado su experiencia en torno a su Jaguar F-Pace 204DTD, un modelo que compró de segunda mano y que a día de hoy asegura que no le va mal (del todo). Manuel, el propietario de este compra-venta, se hizo con este Jaguar en una subasta. Tenía tan solo 140.000 kilómetros y era del año 2017. Además, le habían cambiado dos de las piezas de las que adolecían estos motores: turbo y catalizador. El problema es que su “fórmula” para disfrutar de un Jaguar o un Land Rover puede ser algo más cara de lo esperado.

Comprar un Jaguar con el motor 204DTD es una ruleta rusa con el tambor bastante cargado de munición. Manuel compró este Jaguar con el turbo y el catalizador ya sustituidos por el anterior propietario, pero resultó no ser el único dolor de cabeza que traía consigo este F-Pace del 2017. Pese a que estos dos componentes fueron sustituidos a los 100.000 kilómetros (solo había recorrido 30.000 más), lo cierto es que las averías siguieron dejándose ver.

Land Rover
Land Rover

Al año de tener el coche, la cadena de distribución comenzó a dar ese famoso claqueteo que tantos dolores de cabeza ha dado a los propietarios de un Jaguar o un Land Rover. A los 170.000 kilómetros tocó cambiarla, tal y como ha relatado Manuel en una plataforma de afectados por el fabricante inglés. La broma ascendió a 1.850 euros el kit completo. El problema quizá viene ahora, cuando por cuestiones “preventivas” ha tenido que abordar cambios y sustituciones de piezas cuyo coste excede con creces en muchos casos los 1.000 euros.

Con 210.000 kilómetros, este trabajador de un compra-venta decidió cambiarle (otra vez) el turbo de nuevo porque al desmontarlo vio que tenía algo de holgura. Hay casos en los que el fallo del turbo ha derivado en averías mucho más complicadas, por lo que el cambio “preventivo” no siempre debería estar mal visto, pero hay otros propietarios que no comparten esa visión.

Es tras relatar todo esto cuando Manuel se lanza a dar un consejo a todos los integrantes de esta plataforma que cada vez cuenta con más adeptos y casos relatados por propietarios descontentos de un Jaguar o un Land Rover. Manuel asegura que no tiene ninguna intención de vender el coche. Ahora tiene poco más de 200.000 kilómetros y no merece la pena soltarlo a la venta por lo mucho que se han devaluado estos modelos. “Lo aguantaré hasta que llegue la hora del desguace”, relata. “Igual es mañana”, insiste. Pero la clave, según Manuel, es cambiar el aceite cada 10.000 kilómetros (usando Castrol 0w30) además de estar muy atentos al turbo (pues dice que en Amazon lo ha encontrado por poco más de 400 euros). “Espero que sirva de ayuda y ya que hemos caido en esta mierda de motor os pueda servir para que os dure”, insiste.

“No digo que no sea positivo pero, me pregunto, si la solución fuera tan fácil como cambiar el aceite más a menudo, ¿por qué no lo recomienda la marca a los clientes?”, se pregunta otro de los usuarios. Desde CHASIS CERO no podemos dar una recomendación clave en este supuesto dado que no todos los motores han respondido igual. Lo que sí es una constante es que la venta de estos coches ha tirado el precio de los mismos por la constante devaluación que sufre la marca. Y mejor no entrar más en detalle con motores como el Ingenium de Land Rover.