Curiosidades

¿De verdad se nota tener un coche negro al sol?

Cuando lo comparas con uno blanco, la cosa cambia

Elegantes, sofisticados y simplemente atractivos, los coches negros nos encantan. La pregunta es, ¿pueden también hacernos sudar como en una sauna? La sabiduría colectiva dice que la pintura blanca y demás tonalidades más claras son más fríos, en cuanto a temperatura, que los coches negros. ¿Pero es eso cierto? ¿Los coches negros son realmente más calientes que los blancos?

Si alguna vez has tenido un coche negro, probablemente ya sepas la respuesta. ¿Qué es lo que sientes cuando abres la puerta del coche después de que dejarlo aparcado al sol en un día caluroso? Pero eso también ocurre con un coche blanco. Entonces, ¿es ciertamente cierto que los vehículos negros se sienten mucho más calientes que otros coches? ¿O es sólo un mito? ¿Qué dice la ciencia? Vayamos al fondo de la cuestión. Y, sí, con esto sabemos que no te haremos cambiar de opinión si quieres tener un coche oscuro.

Si dejas tu máquina aparcada bajo la luz directa del sol, se calentará más rápido y retendrá el calor durante más tiempo que uno que está en un garaje o bajo la sombra. La cuestión es: si tienes dos vehículos, uno negro y otro blanco, bajo la luz del sol, el primero se calentará mucho más y tardará más en enfriarse. ¿Por qué? Bueno, para eso existen los científicos, y desde hace varios años se viene demostrando que los coches de colores claros reflejan casi el 60 % de la luz solar en comparación con los de colores oscuros. 
 

El blanco y el plateado reflejan toda la luz que les llega. El resultado con estas tonalidades es una menor absorción de la energía lumínica y, por lo tanto, menos emisión de calor

En otras palabras, eso significa que los vehículos negros absorben más luz solar y calor que otros tonos. Repasemos el principio básico de la termodinámica. En términos generales, los colores son el resultado de la luz que reflejan. Por lo tanto, un coche azul refleja toda la luz, excepto la parte azul del espectro lumínoso. Sin embargo, el negro, el blanco y el plata son las rarezas. El negro absorbe todas las partes visibles del espectro, convirtiendo esa energía luminosa en calor. Cuanta más energía absorbe, más calor genera. 

Este principio termodinámico es válido para todos los tonos, independientemente de dónde se encuentren. Si alguna vez te has puesto una camiseta negra en verano, inmediatamente sientes el calor, o al menos mucho más de lo que lo sentirías con una prenda más clara. Con los coches, este hecho es cierto en un grado exponencial. Puesto que la carrocería del es de metal, que es un excelente conductor del calor, puede emitir más calor que las telas u otros materiales y se distribuye mucho más rápido si el color es oscuro.

Por supuesto, los colores más claros siguen el mismo proceso, pero retienen el calor y lo distribuyen por la superficie a un ritmo mucho más lento que los tonos oscuros

¿También afecta el color del interior? Sí. El color del habitáculo tiene el mismo efecto que el exterior, lo que significa que los salpicaderos oscuros, los volantes y los asientos se calientan más que los materiales de colores más claros al mismo tiempo. El verdadero debate con el interior viene con los materiales mismos. Básicamente, todos tienen plástico, pero también se definen por los tapizados: tela y cuero. Generalmente, el primero suele ser característica destinada al lujo, mientras que la tela es más un elemento de serie. 

Sin embargo, definitivamente juegan un papel en la temperatura de tu coche. Debido a su mayor densidad, el cuero absorbe y conduce mejor el calor que la tela. Esto puede conducir a la escena clásica de una persona desprevenida que grita de dolor cuando se sube al coche tapizado en cuero y va vestido con pantalones cortos. El mejor remedio para combatir los cambios extremos de temperatura, especialmente en los climas cálidos, es invertir en unas lunas tintadas, que reducen significativamente la absorción de calor.

Un coche parado y sin aire acondicionado puede alcanzar los 55 °C cuando la temperatura exterior es de 35 °C, y en una hora, un coche negro se calienta 20 °C más que uno blanco

En cuanto a los demás elementos del coche, el plástico y la madera son conductores más o menos malos, lo que significa que no es un factor crucial para determinar la temperatura interior del vehículo. Sin embargo, asegúrate siempre de revisar la palanca de cambios y el volante si es de cuero, ya que tiende a calentarse muchísimo en climas cálidos. Bueno, o si tienes un pomo de metal. En estos casos, es lo mismo que acariciar la hebilla del cinturón de seguridad: nada más hagas contacto, te acordarás de mucha gente...

En este sentido, colocar un parasol colocado de forma correcta en el parabrisas ayuda a que la temperatura interior del vehículo sea, como mínimo, 11 grados menos que si no se usa. Además, los elementos internos pueden alcanzar temperaturas cercanas a los 80 °C si no se protegen al cabo de un rato de dejar el coche al sol. Por último, decir que, una exposición continua a temperaturas por encima de los 40 °C puede hacer que la habilidad del cuerpo de compensar la temperatura corporal se vea afectada con mareos.