Las rotondas fueron diseñadas para aliviar la congestión del tráfico, pero su eficacia depende en gran medida del correcto uso de los intermitentes, algo que muchos conductores parecen hacer mal. Según la Guardia Civil, el 60% comete errores en el uso de los intermitentes, especialmente en lo que respecta al indicador izquierdo.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha recordado en varias ocasiones que los intermitentes son esenciales para advertir sobre las maniobras en la vía y mejorar la fluidez del tráfico. Se deben utilizar al girar, cambiar de carril, aparcar o desaparcar, adelantar, incorporarse y salir de una rotonda.
Dentro de una rotonda, algunos conductores activan el intermitente izquierdo para indicar que seguirán circulando o para evitar que otros vehículos salgan desde los carriles interiores. Aunque esto parece ser una medida preventiva, en realidad es un uso indebido de los intermitentes. Los conductores dentro de la rotonda tienen preferencia y no están realizando ninguna maniobra. Por lo tanto, no deben señalizar su intención de continuar circulando. Del mismo modo, los vehículos que van a acceder a la rotonda tampoco deben utilizar el intermitente para señalizar su entrada.
Entonces, ¿cómo se debe usar el intermitente izquierdo dentro de una rotonda? Solo debe activarse cuando se vaya a cambiar de carril hacia el interior de la glorieta, es decir, al moverse al carril central o al izquierdo si hay más de dos carriles.
En cuanto al indicador derecho, solo se debe utilizar para indicar un cambio hacia un carril exterior o para señalizar la salida de la rotonda. Esta maniobra debe realizarse desde el carril más exterior de la glorieta después de haber señalizado correctamente la intención de salir.