La demanda colectiva a Peugeot se está convirtiendo en un auténtico quebradero de cabeza para el fabricante francés. Pero no solo afectará a Peugeot, sino que también habrá otras marcas que se verán salpicadas por haber montado este motor Puretech con la correa de distribución bañada en aceite. Ahora han querido hablar algunos de los coordinadores de esta demanda colectiva que ya cuenta con más de 100 personas y que sigue creciendo segundo tras segundo, a medida que se da a conocer el problema.
A la pregunta de cómo están y cómo califican la situación, la respuesta es contundente. “Indignados, nuestros coches son inseguros y nos están arruinando”, detalla uno de los coordinadores de la demanda colectiva a Peugeot. El diciembre darán un paso de gigante que ya relataremos cuando llegue el momento. Y después, llegarán los tribunales y otros pasos que se convertirán en un auténtico quebradero de cabeza para Peugeot. “Crónica de una muerte anunciada”, detallan desde el grupo de afectados. Para sumarse a la demanda colectiva tan solo tienes que escribir a [email protected].
La realidad es que la organización está siendo compleja por la gran cantidad de mensajes y personas que quieren sumarse a este grupo que ha levantado la liebre con lo que parece un problema endémico de los motores Puretech de Peugeot, que tienen una correa bañada en aceite que, al mezclase con el combustible que se cuela a través del pistón, se deteriora y acaba por romper generando un destrozo que puede acabar por el cambio del motor completo.
Desde el grupo de afectados han llegado a calificar estos coches como "una manzana envenenada”. Son muchos los que se han visto obligados a cambiar el motor completo a raíz de la avería. Otros son más contundentes: “El motor Puretech 1.2 es igual a pesadilla psicológica, económica para el desguace el vehículo”, detallan.
“Sin coches y estafados”, detallan desde el grupo de afectados. Tanto es así, que es muy recurrente el mensaje lanzado desde los afectados en el que detallan que literalmente se han quedado sin coche, pero pagando lo que tienen que pagar del vehículo. Las críticas crecen, y las personas que se quieren sumar a la demanda colectiva, también. “Nuestros motores están muriendo y la marca nos da la espalda”, insisten.
