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Un comercial de Land Rover, a un cliente con 60.000 km de averías: "Los nuevos no se rompen, eran los viejos"

El propietario no sabe si cambiarse a Mercedes o quedarse en Land Rover.
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El relato de otro propietario de un Range Rover Evoque no deja indiferente a nadie. La “buena” noticia para este cliente que ha relatado su caso en un grupo de afectados de Land Rover es que el coche lo tenía en modalidad de leasing, por lo que no tuvo que desembolsar la buena cantidad de dinero que le habría costado mantener su Range Rover Evoque los primeros 60.000 kilómetros. La cantidad de veces que este propietario ha tenido que pasar por el taller solo la conocen quienes han tenido un Land Rover, pero lo más divertido es que el comercial de la marca le ha dejado claro que los problemas de estos coches son parte del pasado.

“En breve me toca el cambio de coche con el contrato de leasing que tengo”, ha comentado Sergio, el usuario que ha tenido un Evoque durante unos cuantos kilómetros. El coche es del 2020 y desde entonces ha pasado por el taller más de lo que le gustaría a cualquiera. En concreto, con tan solo 60.000 kilómetros el coche ya ha pisado por el taller para cambiar módulos electrónicos, el evaporador, los silent blocks e incluso una avería completa de motor. Todo para que ahora desde Land Rover le quieran mantener bajo su ala.

Entrando mucho más en detalle, el susto que se puede dar cualquier usuario al ver el historial mecánico de este Range Rover Evoque es mayúsculo. Con tan solo 60.000 kilómetros le han cambiado hasta seis veces los módulos electrónicos, tal y como relata Sergio, el propietario de este Range Rover Evoque. Le desmontaron el salpicadero para cambiar el evaporador del aire acondicionado y ahora tiene ruidos por todos lados, según su relato.

También le han tenido que taladrar varias veces los silent blocks; sin embargo, esto no fue ni mucho menos lo más grave que atravesó este coche. Con menos de 60.000 kilómetros tuvo que ir al taller porque se le encendió el testigo de avería de motor, algo que en este tipo de motores suele hablar de falta de aceite y de una consecuente rotura de la cadena de distribución. La buena noticia para Sergio es que en el taller oficial le trataron con diligencia y le dejaron otro Range Rover, algo que comenta en su relato.

Ante tales problemas, el propietario del Evoque tuvo claro que había que cambiar de marca para evitar pasar tanto por el taller. El fabricante elegido por Sergio fue Mercedes-Benz, concretamente un GLC híbrido. Al advertir esto al otro concesionario, le dijeron que no, que se quedara con ellos porque el problema de las averías de Land Rover ya era cosa del pasado. “El comercial me asegura una y otra vez que los nuevos modelos no se rompen, que eso eran los viejos que ya han solucionado todos los problemas,  le digo que eso me lo ponga por escrito y firmado y que me dan coche de sustitución en cualquier momento o incluso cambio de coche si la rotura es grave y me quedo con ellos, el comercial me dice que si que firman el contrato con esas cláusulas sin problema”, detalla en el grupo de afectados.

El cliente ha estado durante ocho años en Jaguar Land Rover, pero por primera vez se ha planteado cambiar, pero el concesionario le asegura que no hay más problema además de que le dejan claro que, efectivamente, firmarán todo lo que tengan que firmar. Y de ahí todas sus dudas. “¿Qué hago? ¿Sigo en Jaguar Land Rover después de ocho años? O me cambio a Mercedes…”. Las respuestas, por supuesto, no dejan lugar a dudas.