A primera hora de la mañana, en vísperas del inicio de la Cumbre Mundial del Clima de Dubái (COP28), los activistas de Greenpeace, vestidos con monos blancos y portando pancartas y carteles, esparcieron restos de enseres domésticos y otros artefactos destruidos por la DANA que azotó Madrid y Toledo hace unos meses.
La protesta pretende recrear una "catástrofe climática" con vehículos volcados, así como sillas, escaleras plegables, casetas y otros objetos destruidos para mostrar el impacto de tales catástrofes, e instar a los gobiernos de los países participantes en la COP28 a que dejen de utilizar petróleo, gas y carbón.
"Hoy hemos venido aquí para visibilizar los terribles impactos del cambio climático causado por las empresas de combustibles fósiles", aseguró Pedro Zorrilla Miras, representante de España en la delegación internacional de Greenpeace en la COP28. "Confiamos en que en esta COP la toma de decisiones no se vea entorpecida por los intereses de la industria fósil que, por desgracia, cada año aumenta su presencia e influencia en estas cumbres, y que se adopten las medidas necesarias para afrontar el reto que la emergencia climática plantea. La humanidad tiene derecho a un futuro", agregó.
Greenpeace reclama que en la COP28 se acuerde una fecha para el abandono de los combustibles fósiles de forma rápida, definitiva y justa con las personas afectadas. "Tal acuerdo mandaría una señal inequívoca, favoreciendo el establecimiento de medidas más ambiciosas", exige la organización.
La protesta de Greenpeace es un llamamiento a la acción para que los gobiernos tomen medidas urgentes para combatir el cambio climático. Los combustibles fósiles son la principal fuente de gases de efecto invernadero, que están provocando el calentamiento global y los fenómenos meteorológicos extremos.
El abandono de los combustibles fósiles es una tarea compleja, pero es esencial para proteger el planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
La COP28 es una oportunidad para que los países se comprometan a tomar medidas ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La protesta de Greenpeace es un recordatorio de que el tiempo se agota y que es necesario actuar ahora.
