El mercado automovilístico europeo está cambiando a pasos agigantados. La escasez de oferta, el encarecimiento de los precios y la electrificación están provocando que los fabricantes europeos tengan que replantearse sus estrategias. En este contexto, los coches chinos están ganando terreno.
Los motivos de este auge son claros. En primer lugar, los costes de producción en China son mucho más bajos que en Europa, América, Japón o Corea del Sur. Esto se debe a una serie de factores, como la mano de obra más barata, los menores costes energéticos o la disponibilidad de materias primas. Esto se traduce en que fabricar un coche en China resulta mucho más barato que hacerlo en Europa, por lo que su precio de venta final también será menor.
En segundo lugar, la calidad de los coches chinos ha mejorado considerablemente en los últimos años. Gracias a la inversión en tecnología y a la transferencia de conocimientos de las marcas occidentales, los coches chinos ya no tienen nada que envidiar a sus competidores europeos. De hecho, algunos modelos chinos han conseguido incluso superar a sus rivales europeos en pruebas de seguridad. Un ejemplo de ello es el WEY Cofee 01, un SUV híbrido enchufable que se convirtió en el coche más seguro de cuantos han superado las pruebas de seguridad de EuroNCAP en el último año.
Además de la seguridad, el endurecimiento de las normativas medioambientales y los objetivos de reducción de emisiones están presionando a la industria europea y acelerando aún más la desaparición de coches económicos con motores de combustión interna. Un problema que no acusan marcas chinas, que pueden comercializar coches con motores de gasolina, independientemente de sus emisiones, porque el grueso de sus ventas se concentran en sus vehículos eléctricos
Por todo ello, los coches chinos ofrecen una buena relación calidad/precio. En algunos casos, los precios de los coches chinos son incluso inferiores a la mitad de los de sus competidores europeos. Un claro ejemplo de ello es el MG ZS, un SUV compacto que se puede adquirir desde 13.990 euros. Este precio es muy competitivo en comparación con otros SUV compactos de su segmento, como el SEAT Arona o el Hyundai Kona.
En definitiva, los coches chinos se están convirtiendo en una alternativa muy interesante para los compradores europeos. Ofrecen una buena relación calidad/precio, seguridad y están diseñados para el mercado europeo.
