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Parece que la infraestructura de carga española es “top 5” en Europa

Aunque son noticias alentadoras, aún estamos muy lejos de ser unos referentes

Teniendo en cuenta que en España no se venden tantos coches eléctricos como en resto de las tierras del Viejo Continente, resulta un tanto curioso saber que la red de infraestructura de recarga de este tipo de coches, en nuestro país, está dentro de un “top 5” europeo. Así lo ha declarado la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE).

Aparentemente, la red de carga pública de vehículos eléctricos en España ha experimentado un crecimiento más que significativo durante el primer semestre de 2023. A fecha del 30 de junio de 2023, se contabilizaron un total de 25.106 puntos de recarga operativos en todo el territorio nacional. Eso significa un incremento del 16,4 % en comparación con los datos del año anterior, cuando se registraron 21.573 puntos de recarga según los datos recogidos por el Anuario de la Movilidad Eléctrica 2022-2023.

Este crecimiento exponencial, por lo tanto, posiciona a España dentro de los países líderes en Europa en lo que se refiere al menos a la expansión de la infraestructura de carga pública para los vehículos eléctricos. Y junto a estas electrolineras de un solo surtidor, un aspecto que se ha mejorado perceptiblemente con respecto a 2022 son los 6.800 puntos de recarga todavía pendientes de activación, que deriva en una disminución del 8 % si se comparan con los 7.400 que se registraron a finales del año anterior. 

Aunque las noticias son positivas, los desafíos en la agilidad de la tramitación y la puesta en escena de los puntos de recarga latentes aun persisten, una barrera que ya conocemos

Los datos reflejan un crecimiento actual de alrededor de 1.000 puntos de recarga públicos extra al mes a lo largo del primer semestre de 2023. Sin embargo, si se quiere cumplir con los objetivos de movilidad eléctrica globales en España, todavía será necesario acelerar este ritmo de expansión de la infraestructura. Al menos si la idea es contar con un parque móvil más moderno y electrificado de cara a la próxima década. Sin embargo, estamos muy por detrás de otros países como Italia (37.186 puntos de recarga), Francia (83.317), Alemania (87.674) o los Países Bajos (111.821).

Mirando desde el punto de vista opuesto, los cinco países del continente (pertenecientes a la UE) con menos puntos de recarga pública para vehículos eléctricos en 2022 incluyen: en el quinto puesto a Letonia, pues contaba con 660 puntos de recarga; cuarta para Lituania (477); tercera Estonia (300); cuarta Chipre (69); y Malta (13). Es justo decir que la superficie insular y el número de habitantes es mucho menor en estos últimos territorios, pero refleja la necesidad por fomentar la movilidad eléctrica en esas naciones con menor desarrollo en la infraestructura de carga.

En comparación con otros países europeos, España ha superado a Suecia (sexta posición en el ranking con 25.465 puntos), pero no a los Países Bajos (líder de 2022 con 111.821 puntos)

En lo que respecta a la utilización de los puntos de recarga, el uso medio estimado es del 5,7 %, un incremento de 1,5 puntos en comparación con lo reportado en 2022. Pero aunque la demanda ha mejorado, sigue siendo baja, con un uso promedio ligeramente superior a una hora al día. Además, hay que destacar que ya existe una infraestructura de recarga óptima para los desplazamientos del parque automotriz eléctrico actual, y su crecimiento ha estado ciertamente reflejado en las últimas matriculaciones.