Hoy, el escándalo salpica a Race, la aseguradora que tanto presume de ser ‘premium’. Ya hablamos de lo que suponía ser un “taller de confianza” de una aseguradora cualquiera. Cuando das un parte al seguro, las compañías tienden (generalmente a través de la web o de la app) a recomendarte determinados talleres que son “amigos”. Sin embargo, el único parámetro que el mecánico debe seguir para entrar en esa exclusiva lista de “talleres de confianza” es el de acatar un pago por mano de obra menor que el estipulado. Esto lo vimos con Mapfre y hoy lo veremos con Race y un cliente que ha salido escaldado de la experiencia con la aseguradora y el “taller de confianza.
El trabajador de Race que tramitó todo este escándalo se llama Arturo Miguel, tal y como pudo comprobar el propietario de GT Automoción, Ángel Gaitán. Y el cliente, un propietario de un BMW X5 cuyo coche está en un estado deplorable. El afectado tuvo un siniestro y tomó la decisión de contactar con Race para arreglarlo. Al hacerlo, le indicaron que eligiera un “taller de confianza” de los suyos y le enviaron a Exactauto, un taller del que hablaremos más adelante que dejó el coche en un estado igual o peor del que estaba.
El coche presentaba desde un principio problemas de potencia y se indicó que se le había cambiado el cigüeñal, el turbo, la distribución y la bomba de aceite. Desde Race le comunicaron en un principio que le cubrirían el 80% del importe total de la avería, pero finalmente recularon y solo cubrieron, según relata el cliente, el 50%. Pero lo grave no necesariamente es esto, sino que la actitud de Race durante el proceso y la presunta reparación fue nula.
La factura emitida por Exactauto estaba mal hecha, tal y como relata Ángel Gaitán. Le relatan en el papel que le han cambiado los turbos (dos) y no le han cambiado nada (pese a que se los han cobrado), no le detallan los tiempos de referencia del fabricante, el precio de las piezas está puesto a ojo y las horas (que le ponen 30 redondas), más de lo mismo. Una factura completamente chapucera que Race en ningún momento comprobó, peritó o controló. Pagaron el 50% de una serie de averías que no constataron. Ni siquiera echaron un ojo a esos turbos que supuestamente estaban cambiados y que nunca llegaron al coche.
Además de todo esto que no fue reparado correctamente, había más cosas. El coche tira aceite por todos lados en el motor, tiró los fondos en plena carretera, pierde refrigerante por la EGR y todo llegó a manos del cliente sin que Race lo comprobara. Por puntualizar otro detalle curioso que salpica a Exactauto, en la factura detallaron que le habían cambiado la EGR y le habían puesto una china, sellada con silicona y el mecánico le pidió parte del pago en negro para presuntamente “modificarla en BMW” porque decía que el fabricante alemán no tenía stock de esta pieza (y lo mejor de todo es que había activa una campaña de BMW para precisamente cambiar la EGR de ese modelo concreto).
@angel_gaitan_oficial Parte III: finalizamos con el Race 🫨 😱 • • #race #mecanicodeltiktok #taller #reparacion #coches #mecanica ♬ sonido original - Ángel Gaitan
Tras todo este periplo, Ángel Gaitán entró en contacto con Race, y más concretamente con Arturo Miguel. La respuesta fue el silencio acompañado poco después de un “ya está fuera de garantía” y de otro “no se harán cargo del siniestro”. Ante la publicación del vídeo, Arturo Miguel se volvió a poner en contacto con Gaitán para defender la labor de Race, explicar que el mecánico en cuestión defiende su actuación y aclarar que volverán a abrir el caso para ver qué ha podido salir mal. Ahora mandarán un perito de su compañía para comprobar lo ocurrido y se abren a una reparación extraordinaria. Pero todo, efectivamente por el vídeo publicado por Gaitán y el riesgo de perder imagen de marca.