Otro caso más para la lista de los afectados por el motor de Stellantis. En este caso, hablamos de un Opel Astra y de una clienta que se hizo con uno y que ha viajado más al taller que a cualquier otro lado, pues es el único momento, según cuenta ella, en el que al coche no le da tiempo de dejar ver el testigo de fallo de motor.
Una propietaria de un Opel Astra ha expresado su preocupación y angustia debido a los persistentes fallos técnicos que ha afrontado su vehículo, pues tiene un motor de esos que afectados por la correa bañada en aceite que tantos problemas ha dado a quienes se compraron un Peugeot, un Opel o un Citröen.
Desde que adquirió su Opel hace casi cuatro años en el concesionario de Opel en Dr. Esquerdo, la propietaria ha experimentado una serie de inconvenientes técnicos que han afectado severamente su disfrute del vehículo. Durante estos tres años, ha pasado más tiempo en talleres de reparación que disfrutando del coche, con fallas recurrentes que han afectado su funcionamiento, tal y como ha relatado a CHASIS CERO.
El inicio de sus problemas técnicos se desencadenó aproximadamente un mes después de adquirir el vehículo, cuando el motor se apagó repentinamente mientras estaba en movimiento. A partir de ese momento, los fallos en varios sistemas se han vuelto una constante en su experiencia automovilística. Problemas con sensores de estacionamiento, cámara de detección de obstáculos, luces de freno, sistema de corrección de carril, módulo de carrocería y frenos eléctricos son solo algunos de los inconvenientes que ha enfrentado. No todos están relacionados con el motor, también con la unidad, que no parece haber salido bien del concesionario.
Lo que más le preocupa es la peligrosa inestabilidad del coche, ya que en ocasiones el sistema de corrección de carril ha intervenido incluso cuando estaba desactivado, lo que ha llevado a situaciones peligrosas, como la pérdida momentánea de control del vehículo, tal y como ha relatado. Esta situación ha generado un miedo constante a conducir el coche por temor a que ocurra un accidente grave.
A pesar de múltiples visitas al taller, donde han realizado cambios en algunos componentes, la situación no ha mejorado e incluso parece haber empeorado. La propietaria está particularmente preocupada porque la garantía del vehículo está a punto de expirar y teme tener que pagar por reparaciones que ella considera inherentes a fallos de fábrica.
Buscando soluciones desesperadamente, ha intentado obtener ayuda del reconocido experto en mecánica Ángel Gaitan, aunque hasta el momento no ha logrado concertar una cita adecuada debido a conflictos de horario con su trabajo.
Con el fin de abordar estos problemas y evitar gastos adicionales una vez finalice la garantía, la propietaria ha recopilado diagnósticos de los talleres de Opel y de otros mecánicos independientes en un intento por resolver esta situación preocupante. Su esperanza es que su testimonio sirva como un llamado de atención y pueda obtener la asistencia urgente que necesita para resolver este desafiante problema técnico con su vehículo Opel afectado.
