Comprar un Land Rover puede convertirse en una verdadera odisea, como lo ha experimentado uno de sus clientes recientes. En un caso que ha generado controversia, un propietario de un Range Rover Velar, valorado en 88.000 euros y con apenas 102.000 kilómetros, se vio enfrentado a una serie de fallos mecánicos sorprendentes. Esta historia, reflejada en un grupo de afectados, deja entrever lo que ya el imaginario colectivo conoce: Jaguar Land Rover (JLR ahora) no es precisamente una de las marcas más fiables a nivel mecánico.
Cuando el testigo de avería del motor se encendió, el propietario llevó el vehículo al taller oficial de Land Rover, solo para descubrir que el motor estaba funcionando sin aceite, pero lo más llamativo fue la respuesta que le dieron desde el taller oficial. El mecánico de la casa sugirió que era normal en estos vehículos que el conductor verificara manualmente el nivel de aceite con la varilla de forma regular, algo inusual para un automóvil moderno de alta gama. Vamos, que lo que le decían desde el taller oficial era que se tenía que parar cada pocos kilómetros para comprobar si el nivel de aceite era correcto. Y sí, seguimos hablando de un coche premium que tiene un precio que ronda los 90.000 euros. Le culparon básicamente por no "comprobarlo a mano" cada pocos kilómetros.
El cliente recibió un presupuesto de reparación de 3.800 euros, que incluía diversas reparaciones debido a los posibles daños causados por la falta de aceite. Sin embargo, los mecánicos del taller ya habían identificado otros problemas potenciales, con un presupuesto que podría ascender a cifras significativas. A temblar toca, dado que cuando te presentan en el taller oficial de Land Rover una avería o un presupuesto, prepara la cartera.
Esta situación ha llamado la atención de un grupo de afectados que están considerando presentar una demanda colectiva contra Land Rover. La variedad de fallos mecánicos hace difícil atribuirlos a un único defecto de fábrica, pero los propietarios están preocupados por la fiabilidad y la calidad del servicio de la marca.
En resumen, este caso resalta los desafíos enfrentados por los propietarios de vehículos Land Rover y plantea interrogantes sobre si los problemas son resultado de un mal uso del vehículo o de fallos de fabricación. La situación sigue siendo objeto de debate y vigilancia por parte de los afectados y los observadores de la industria automotriz.
LAS CRÍTICAS LLEGAN A LINKEDIN
La reputación de Jaguar Land Rover (JLR) como una marca poco confiable es un tema que no pasa desapercibido en ningún lugar. Incluso en las redes sociales, donde intentan promocionar sus productos para impulsar las ventas, no están a salvo de las críticas. Después de dejar la Torre Picasso y perder su departamento de comunicación en España, ahora se enfrentan directamente a la desaprobación de los usuarios, incluso en plataformas profesionales como LinkedIn. Los problemas persistentes de fiabilidad continúan afectando a muchos clientes que en su momento confiaron en la marca.
En un esfuerzo por recuperarse, Jaguar Land Rover está intensificando sus esfuerzos publicitarios en todos los frentes posibles. Sin embargo, incluso la publicidad en LinkedIn se ha convertido en un terreno difícil para el fabricante y para aquellos que consideran que es una plataforma adecuada para promocionarse. Recientemente, llamó la atención de muchos usuarios de un grupo de afectados los comentarios negativos que Land Rover recibió en LinkedIn después de publicar un anuncio de su nuevo Range Rover Sport. En total, en este post de LinkedIn, Land Rover ha recibido más de 60 comentarios negativos, cifra que variará según pase el tiempo.
