LAND ROVER

Land Rover se enfrenta a las empresas de renting que ofrecen sus coches: "Que pague el pato la compañía"

Land Rover Range Rover HSE P440e 2022
Land Rover Range Rover HSE P440e 2022

Land Rover sigue dando coletazos, pero esta vez no solo entre quienes lo compran, sino entre quienes deciden hacerse con uno a través del servicio de renting. Pese a que el mantenimiento esté incluido, lo cierto es que hay historias en el grupo de afectados que también hablan del mal estado de estos coches en servicios de renting.

Un miembro del grupo ha compartido su experiencia con su Range Rover Velar D180, matriculado en diciembre de 2020, y ha expresado su descontento con la marca por los problemas recurrentes que ha enfrentado con el vehículo. Vamos, lo mismo que muchos otros que han decidido hacerse con un vehículo de la marca británica.

A pesar de que el automóvil está bajo un contrato de renting, el denunciante afirma sentirse "estafado" por Land Rover. Su intención al compartir su testimonio ha sido la de advertir a otros miembros del grupo y a sus contactos sobre los riesgos de adquirir vehículos de esta marca. Pero su experiencia no es poca cosa.

El propietario relata que, en abril de 2022, apenas un año y algunos meses después de adquirir el vehículo, experimentó un fallo del turbo que resultó en una pérdida de compresión y daños en uno de los cilindros, lo que ocasionó la avería del motor que ya sabemos cómo se reparan: con muchos ceros. Durante tres meses, el denunciante se vio obligado a utilizar un vehículo de sustitución mientras la marca y la empresa de renting llegaban a un acuerdo.

Sin embargo, el problema no terminó ahí. El 27 de enero de 2024, aproximadamente dos años después del reemplazo del primer motor, el vehículo sufrió una nueva avería mientras circulaba por la autovía. En esta ocasión, el motor se detuvo repentinamente y no volvió a arrancar, siendo diagnosticado nuevamente con un fallo del turbo y rotura del motor. Cinco cifras para su reparación. Suerte que al ser de renting no tuvieron que salir del bolsillo del cliente.

El propietario contactó a la empresa de renting para resolver la situación, pero se llevó una nueva decepción al enterarse de que Land Rover se negaba a hacerse cargo de la reparación. Ahora, queda en manos de la compañía de renting decidir si asumirán los costos de reparación o no.

El denunciante ha expresado su incredulidad ante la actitud de Land Rover, una marca de renombre, que parece desentenderse de los problemas recurrentes que presenta el motor en cuestión, sin ofrecer soluciones satisfactorias a sus clientes.

Finalmente, el afectado ha concluido su testimonio con una advertencia a otros posibles compradores, instándolos a evitar adquirir vehículos de esta marca debido a su experiencia personal. La incertidumbre de no saber cómo habría afrontado la situación si el vehículo hubiera sido de su propiedad directa lo deja en un estado de desconcierto.