HYUNDAI

Lleva su Hyundai a Eurotaller con un golpe y le dicen que vibra porque lleva neumáticos Hankook: "Mucha rueda para ese coche"

El coche había sido adquirido en una subasta de vehículos siniestrado
Paola, la afectada
Paola, la afectada

Se llama Paola, tiene 25 años y ha vivido una situación que indignaría a muchos. Decidió lanzarse a la compra de un Hyundai i10 con tan solo 20.000 kilómetros, pero nada salió como tenía que salir. Tanto el compra-venta de La Línea de la Concepción (Cádiz) como el taller de la red Eurotaller al que llevó el coche cuando se enteró de las averías y fallos, así como golpes estructurales que tenía el Hyundai, la tomaron por demasiado inocente (por ser políticamente correctos) y el resultado es que ahora puede afrontar un juicio que implique a todas las partes si no toman la decisión de arreglar lo roto.

Paola se hizo con el coche sin ser consciente de que el vehículo ocultaba algo que era realmente grave. El coche había tenido un fuerte golpe estructural y había sido adquirido en una subasta de vehículos siniestrados. Empezamos mal. Pero todos esos ruidos y esos problemas tampoco iban a llegar a buen puerto debido al taller al que enviaron el vehículo. El compra-venta, desde luego, ocultó presuntamente u omitió una información clave para la compradora que probablemente hubiera supuesto que Paola no se hiciera con los servicios de ese Hyundai i10 que tantos quebraderos de cabeza le ha dado. No hay que olvidar que el vehículo le costó 13.000 euros aproximadamente.

Tras este encontronazo con el compra-venta, llegó el momento de ir al taller por recomendación del propio concesionario no oficial que le vendió el coche. Decidió llevarlo por orden del compra-venta a un taller de la red Eurotaller. Pero los comentarios que le lanzaron estos mecánicos fueron cuanto menos surrealistas si se tiene en cuenta que el problema real del coche era que tenía un golpe estructural, entre otras cosas. Se le cae agua incluso en el asiento del copiloto.

El coste del taller fue muy elevado para lo que realmente le hicieron, al menos si se tiene en cuenta que acabó en ese punto para dejar de escuchar esos ruidos y reparar esos problemas que hacían que el coche no fuera del todo “fino”. Le reconocieron, efectivamente, que había cosas mal en el coche, pero que habían reparado otras. El arreglo supuso algo menos de 3.000 euros que se sumaron a los 13.000 euros de la compra del coche. Y eso teniendo en cuenta que el vehículo solo tenía 20.000 kilómetros.

La parte más surrealista llegó de la mano de uno de los mecánicos. Este “profesional” por decir algo, tiró de ingenio, de inventiva o directamente de desconocimiento para explicarle por qué después de sacar el Hyundai i30 del taller iba a escuchar algunos ruidos y algunas durezas a la hora de conducir. El mecánico informó a Paola de que su coche tenía recién montadas por ellos unas ruedas Hankook que eran “mucha rueda” para ese coche, lo que implicaría claramente que el vehículo iba a tener ruidos y vibraciones que hasta el momento no había tenido. “Es mucha rueda para ese coche”, asegura Paola que le dijeron desde el taller de Eurotaller. El coche salió con los mismos problemas del principio, pero Paola se llevó esas ruedas Hankook que tanto han dado que hablar.

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Ahora toca la parte más incómoda para todas las partes, aunque más para el compra-venta y para el taller de la red de Eurotaller. Llamadas, comentarios, informes y sobretodo intentar que le arreglen el destrozo a Paola. Si ninguna de las partes se hace responsable de lo ocurrido con este Hyundai, todo acabará una vez más en el banquillo y ante la toga.