Uno de los peores momentos que tiene que atravesar cualquier propietario de un vehículo no es el repostar. Tampoco el pago del seguro, o un accidente. Y es que, para muchos, pasar la ITV se ha convertido en una auténtica pesadilla. Algo que, además, puede provocar momentos completamente surrealistas, como el que han vivido los propietarios de un vehículo Renault debido a la ITV desfavorable que recibía su coche, a pesar de estar en perfectas condiciones, tal y como poco después comprobaba el taller.
Frenos. Luces. Control de emisiones. Abre el capó. Tira del cinturón. Seguro que a muchos amantes del motor, así como a muchos propietarios de vehículos, vinculan a la perfección estas "órdenes" con las indicaciones de los técnicos de la ITV (a pesar de que, en muchas ocasiones, el sonido acabe siendo un desastre, y los conductores actúen por instinto, más que por haber escuchado al técnico en cuestión), Órdenes que están diseñadas, según la propia ITV, para garantizar que el vehículo esté en perfectas condiciones para circular.
Un objetivo que, sin embargo, en ocasiones ha sembrado una gran polémica entre los conductores. No sólo por el precio de este "examen" de coches, sino también por las diferentes "varas de medir" de los técnicos de la ITV; algunos, más estrictos, otros, más dispuestos a "entender" los pequeños desperfectos del coche sin grandes pretensiones. Situación que se hace aún más evidente y polémica en el caso de los controles de ITV a las motos, las cuales "sufren" en muchas ocasiones un minucioso examen por parte de la ITV antes de conseguir la famosa "pegatina".
Situación que, sin embargo, ha provocado la desazón y el enfado de unos propietarios que acudieron a la ITV para poner en regla a su coche, un Renault, que necesitaba pasar el conocido examen de buenas condiciones. Un "examen" al que los dueños del coche acudían con gran confianza, sabiendo que el coche estaba en buenas condiciones. Sin embargo, esta opinión no parecía ser compartida por el técnico de la ITV, que no dudaba en marcar un examen "desfavorable" al vehículo, que no conseguía la ansiada pegatina distribuida por la inspección.
La varilla del aceite se convierte en polémica
Así pues, tal y como ha podido saber este diario, los dueños del coche, tras no conseguir aprobar la ITV, no dudaron en acudir a su taller de confianza, explicando en el lugar lo que había sucedido en la ITV. Especialmente, con la varilla del aceite, la cual había sido el detonante del informe negativo, ya que el técnico de la ITV aseguró no haber sido capaz de extraerlo en condiciones para poder controlar los niveles de aceite, una prueba fundamental en la ITV.
Sin embargo, para la sorpresa de los propietarios, el mecánico del taller, a la hora de comprobar la situación con la varilla del aceite, comprobaba que la varilla estaba en perfectas condiciones, y que se podía extraer sin hacer esfuerzo alguno. Una visita innecesaria al taller (por suerte para los propietarios9 que posteriormente era confirmada por la ITV, que poco después daba el visto bueno al vehículo, a pesar de que no había hecho falta repara avería o desperfecto alguno.
Uno de los muchos testimonios que se han hecho virales y públicos a través de las redes sociales y que parecen demostrar que, a pesar del positivo objetivo que persigue la realización de estas pruebas, lo cierto es que el factor humano dentro de ellas acaba siendo más decisivo que las propias condiciones del coche que, en ocasiones, no consigue la obligatoria pegatina, a pesar de estar en perfecto estado para la circulación.
