Coches eléctricos

¿Pueden explotar las baterías de un coche eléctrico?

¿Son más inseguros que los coches de combustión interna?

Los vehículos eléctricos utilizan sistemas de alto voltaje y grandes paquetes de baterías para impulsar esos motores eléctricos que proporcionan la impulsión. Estos conjuntos eléctricos han generado dudas sobre la seguridad y el riesgo asociado con el transporte de elementos aparentemente volátiles como parte de un vehículo. Una de las dudas que muchos plantean es la posibilidad de que las baterías de un coche eléctrico exploten.

Son muchos los vídeos que circulan por las redes sociales que emplean imágenes vehículos eléctricos siendo pasto de las llamas con fuertes estruendos en el proceso. Incluso se llega a decir que, cuando los coches eléctricos sufren un accidente, explotan debido a las baterías de iones de litio. Las redes son excelentes para ayudarnos a mantenernos conectados, pero también tienen la capacidad de difundir información falsa y miedo, sobre todo si se trata de algo poco convencional o desafía lo que ya sabemos sobre un tema.

Al igual que con cualquier tecnología novedosa, lleva algún tiempo hacer todo bien antes de que haya una aceptación masiva del concepto. Una vez nos preocupamos por las amenazas de tumores cerebrales supuestamente asociados con los teléfonos móviles, te desafiamos a encontrar a alguien que no dependa de un teléfono móvil ahora. En estas primeras etapas de la adopción de vehículos eléctricos, todavía hay mucha especulación y desinformación en torno a ellos, y los gritos más fuertes provienen de los mal informados.

¿Pueden explotar las baterías de los coches eléctricos?

Francamente, no. No hay riesgo de explosión con los sistema de baterías de los automóviles eléctricos. Todos ellos están sujetos a una estricta directiva de las Naciones Unidas conocida como el Reglamento 100 de la CEPE de la ONU. Actualmente nos encontramos en la tercera revisión de esta regulación y, en resumen, expresa que cualquier vehículo eléctrico no debe representar más peligro que un vehículo tradicional con motor de combustión interna. 

Por ejemplo, el proceso de prueba de la TÜV, institución de pruebas de aprobación y calidad en Alemania, resume los detalles de la siguiente manera:

  • Resistencia a las vibraciones
  • Resistencia a los choques térmicos
  • Resistencia a los golpes mecánicos
  • Integridad mecánica
  • Protección contra incendios
  • Protección de cortocircuito externo
  • Protección contra sobrecarga
  • Protección contra sobredescarga
  • Protección contra sobretemperatura

Solo una vez que un sistema de propulsión eléctrico haya pasado todas estas pruebas, se certificará como seguro para poner su puesta en producción y la venta al público. El hecho es que nos hemos sentido cómodos conduciendo con muchos litros de líquido inflamable a lo largo de muchas décadas, y los vehículos eléctricos no deberían ser diferentes. De hecho,  los estudios han demostrado que estos últimos, en realidad, tienen menos probabilidades de incendiarse que aquellos que emplean gasolina o diésel.

¿De verdad que es imposible que explote la batería de un coche eléctrico?

Sí, de verdad de la buena. Lo que sí que es posible es un incendio. Porque si bien las marcas hacen un gran esfuerzo para garantizar que las baterías no revienten en pedazos, siempre existe un riesgo de incendio relacionado con los sistemas de alto voltaje. Fuga térmica es el término que se usa para describir la eventualidad donde una batería sufre un cortocircuito eléctrico que genera un exceso de calor.

De sufrir tal caso, se derretiría la membrana de la celda adyacente a la afectada provocando que la celda al lado también se sobrecaliente. Esto puede crear una reacción en cadena que conduzca a un incendio. La incineración de dichas celdas da como resultado la liberación de gases inflamables que pueden derivan en un fuego que requiere de un tratamiento especial para extinguirse. Así que, igual que un coche de combustión puede incendiarse, también es cierto que un eléctrico también, pero ninguno de ellos explota.

Excepción muy difícil de lograr

Por sí solo, es muy poco probable que el fuego de una batería provoque una explosión, pero si intentas extinguirlo con agua, podría generar vapores peligrosos. Son estos vapores los que son explosivos, y el riesgo de que todo se vaya al garete es elevado si el fuego continúa ardiendo cerca. En consecuencia, la única manera de distinguir con seguridad un incendio en un motor eléctrico es usar materiales especiales o una cantidad ingente de agua que haga imposible hacer reavivar el fuego.

Esto está demostrando ser una preocupación real para los bomberos, ya que apagar un solo incendio en un vehículo eléctrico requiere muchos recursos y muchos departamentos más pequeños que no están equipados para hacer frente a la amenaza. A largo plazo, es posible que se empleen baterías de estado sólido, en lugar de las de iones de litio actuales. Estas no solo tienen el potencial de almacenar más energía, si no que no son propensas a los mismos incendios térmicos.