Curiosidades

¿Por qué el acelerador siempre está a la derecha y el freno a su izquierda?

Algo que hoy damos por hecho, pero que antaño ni siquiera se planteaba

Actualmente, si miras cualquier coche, todos tienen la misma configuración en cuanto a los pedales se refiere, por lo que pensamos que es natural que el acelerador esté a la derecha y el freno a la izquierda. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado por qué? Porque, nada más lejos de la realidad, hubo una época en la que no había un estándar en la colocación del pedalier.

Cuando la industria del automóvil recién había nacido a finales del siglo XIX gracias al Benz Patent-Motorwagen (1886), el coche no era más que un carruaje motorizado que sustituía a los caballos tradicionales por los generados por la gasolina. Este se manejaba mediante una serie de palancas y no tenía siquiera volante; la dirección quedaba a cargo de un incómodo manillar que giraba una única rueda. Este y sus sucesores eran obras artesanales donde la estandarización y la ergonomía brillaban por su ausencia.

Por ejemplo, el legendario Ford Model T, el primer coche de las masas, sería “imposible” de conducir hoy en día. El acelerador se oprimía por una palanca a la derecha del volante, justo donde se ubicaban otras dos palancas que modificaban la entrada de aire y combustible al interior de los cilindros. Pero, si tiene tres pedales, ¿para qué sirven? Bueno, el que está a la derecha es el freno, mientras que el del medio se encargaba de dar marcha atrás, y el de la izquierda actuaba sobre el embrague, como lo haría ahora.

Pedales del Ford Model T Torpedo Runabout (1912)
Pedales del Ford Model T Torpedo Runabout (1912)

El Ford Model T contaba con un volante y tres pedales, pero no se conducía como cualquier coche moderno. De hecho, hoy en día pocos podrían arrancarlo y menos aún conducirlo

Entonces, ¿cómo se pusieron de acuerdo todos los fabricantes para ubicar los pedales en el mismo sitio en todos sus coches? ¿Fue por ley? De acuerdo con las normativas de los países de antaño, como Japón, los fabricantes debían cumplir con los “estándares de seguridad vial de los vehículos de transporte por carretera”. Eso no determina nada acerca de la necesidad de que el acelerador esté a la derecha o el freno a la izquierda. Tan solo que los pedales han de ser fáciles de operar para el conductor en un puesto fijo.

Pero esta falta de reglas con respecto a la configuración de los pedales no se limita a Japón. Todos los países son iguales. No fue hasta 1916, cuando se presentó el Cadillac Type 53 (un lujoso descapotable con forma de pick-up), y momento en el que llegó el primer automóvil en combinar un volante con la actual distribución de los pedales. Unas posiciones que, en verdad, tienen su lógica: nunca se frena al acelerar –salvo en conducción deportiva–  y se dedica una pierna al embrague. Un embrague que en aquellos coches era muy duro.

Pedales coche Manual
Pedales tradicionales en un coche manual

Antaño, el embrague exigía su aplicación al mismo tiempo del acelerador a la hora de iniciar la marcha. La industria no asumió esta distribución como estándar hasta pasados unos años 

Cabe matizar que no todos los coches que hay rodando por nuestras carreteras cuentan con el acelerador a la derecha y el freno a la izquierda. Por ejemplo, muchas marcas tienen un dispositivo de asistencia a la conducción para personas con discapacidad que permite accionar tanto el acelerador como el freno con solo el pie izquierdo. De hecho, existen vehículos asistenciales que permiten a las personas con movilidad reducida manejar tanto el acelerador como el freno con las manos... Y estos coches no son declarados ilegales.