Los seguros y los talleres oficiales no siempre cuidan precisamente a sus clientes. Ana se compró un Hyundai y tuvo la mala suerte de sufrir un accidente más inesperado de lo normal. Un camión que tenía delante perdió parte de su mercancía, concretamente una bola de hierro que cayó a la calle para que golpeara todos los bajos del Hyundai de Ana. Pero lo peor de todo esto no es el accidente, sino cómo la aseguradora y el taller oficial de Hyundai se pusieron de acuerdo para dejar el coche en un estado lamentable.
El taller oficial al que llevaron el coche para repararlo se llama Felscar, en Castelldefels. La aseguradora no tuvo problemas en llevarlo al servicio oficial una vez notificaron el accidente que destrozó buena parte de los bajos del coche. Y teniendo en cuenta que la compañía era Penélope Seguros, “pensados para las mujeres”, todo parecía que acabaría en buen puerto, pero no fue así.
Ana sufrió un fuerte golpe y al sacar el Hyundai del taller oficial no se quedó conforme con el resultado. Esas dudas le llevaron a 600 kilómetros de distancia, a Aranjuez, para visitar GT Automoción, el taller de Ángel Gaitán, y comprobar el estado del coche. Y se llevó una desagradable sorpresa al ver cómo le habían dejado el coche después de la reparación del taller oficial de Hyundai Felscar.
Al coche le faltan varios trozos de la caja de cambios, hasta había perdido un tornillo por el golpe. La caja de cambios era funcional, pero en Hyundai decidieron repararla mandados por el seguro porque siempre era más barato mantenerla que sustituirla por una nueva. También cambiaron el tubo de escape, con una reparación llena de “masilla” para dar cuenta de ese estilo tan “chapucero”. Y si a todo esto le añadimos soldaduras poco finas e incluso bridas para sujetar partes del motor, el resultado es el que es: un coche más cerca de estar siniestro que de poder circular. Pero esto no era lo peor, que ya es decir.
Al mismo tiempo, Ana se tuvo que dar cuenta en el mismo taller de que algunos tornillos de su coche no los habían apretado, lo que ponía en riesgo su integridad física al circular. Lo peor es que no era la primera noticia para Ana. Uno de los mecánicos de Hyundai Felscar le reconoció que el jefe de taller no quiso presuntamente informar de que habían unos tornillos sueltos bajo el asiento del copiloto cuando se vieron obligados a desmontarlo también por el accidente.
“Una chapuza de reparación”. Así se puede resumir lo ocurrido en este taller oficial de Hyundai. Pero la pregunta es obligada: ¿qué tuvo que ver Penélope Seguros en esta chapucera reparación? Una caja de cambios a la que le faltan varios trozos, un escape reparado de forma chapucera y varios apaños con bridas que dejan claro que ese accidente podría haber supuesto un siniestro total (que la reparación saliera más cara que el coche nuevo).
Según la aseguradora, la reparación realizada, esa tan chapucera que brilla por su ausencia por ejemplo en la caja de cambios, el coste total del paso por Hyundai Felscar fue de 9.300 euros, de los cuales 4.000 se gastaron en el motor eléctrico. Ante todo esto, la aseguradora le ha subido el doble el coste de su seguro. Todo un desastre por solucionar que habla mal tanto de la Hyundai como de la compañía de seguros.
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Ahora a Ana le toca volver a Castelldefels a reclamar los daños, las malas reparaciones y a ver cómo contesta la propia aseguradora. Pero la experiencia nos dice que todo son apaños en la medida de lo posible.
