KIA

Un propietario "rompe" su Kia porque el propio coche se lo pide y la marca se niega a hacerse cargo

Ángel Gaitán con el coche que fallaba
Ángel Gaitán con el coche que fallaba

“Kia, 7 años de guarrería”. Parece toda una declaración de intenciones esta frase con la que empieza Ángel Gaitán este alegato que bien merece un artículo para aclarar que Kia no está haciendo las cosas últimamente como se esperaría. El cliente que se compró este vehículo no es el único que se está quejando de cómo están haciendo las cosas los fabricantes coreanos. Tanto Kia como Hyundai son protagonistas últimamente de casos que no eran propios de quienes presumían de tener la mejor “calidad-precio” del mercado.

Un Kia con 30.000 kilómetros no debería dar problemas especialmente. Sin embargo, este cliente acabó por “romper su propio coche” porque así se lo pedía el vehículo. El propietario, completamente consciente de que lo que decía el ordenador del Kia no era normal, decidió grabarlo para así dejar constancia ante el taller oficial de que lo que hacía era lo que le pedía el coche.

Hablamos, cómo no, del AdBlue, ese elemento para reducir la contaminación que emiten los vehículos que solo ha dado problemas de todo tipo a quienes se han hecho con un coche que cuente con este sistema. Pues bien, en este caso ha sido el propio coche el que se ha hecho daño a sí mismo con la ayuda de su propietario para que luego Kia se lave las manos y no quiera hacerse cargo del problema.

El coche empezó a indicar que le faltaba AdBlue hasta el punto de que anunció que se pararía a los 800 kilómetros si no se solucionaba este problema. Ante esta realidad, el propietario rellenó el depósito para después acabar en el taller oficial. En el concesionario le dijeron que la culpa de que el coche estuviera averiado la tenía única y exclusivamente él. Le dijeron que había rellenado demasiado el depósito de AdBlue del coche y que, por esa razón, se había averiado el coche. No es que los mecánicos del taller oficial hicieran caso al vídeo que presentó el cliente en el que se veía que era el propio coche el que avisaba de que si no se rellenaba el depósito de AdBlue, se pararía a los 800 kilómetros.

Al mismo tiempo, hay que añadir que todo el cuadro de luces se encendió en el coche poco después. El problema era que la batería de baja tensión estaba literalmente “muerta”. ¿Cómo es posible que un coche tan nuevo que funciona casi exclusivamente con componentes eléctricos tenga una batería que se queda vacía completamente? Pues bien, no parece que Kia se haya hecho esta pregunta en este caso concreto.

Esta falta de “buen servicio posventa” no es algo exclusivo de este caso. De hecho, el propio Ángel Gaitán ha relatado que hay algunos trabajadores de Kia y de Hyundai que se han puesto en contacto con él para dejar claro que no entienden por qué su empresa y su marca está haciendo este tipo de cosas que golpean al servicio posventa. Hay incluso familiares de estos trabajadores que se han comprado Kia o Hyundai y que tienen estos mismos problemas con el servicio posventa de la marca.