¿Puede una moto ser más rápida que el coche eléctrico más rápido del mundo?

Hablamos de una MotoGP, una Suzuki Hayabusa sobrealimentada y un Rimac Nevera
Rimac Nevera MotoGP Suzuki Hayabusa 3

La llama por ver quién tiene el coche más rápido del mundo sigue viva. Ya sea en términos de aceleración, de velocidad punta o de tiempos en Nürburgring, muchos son los fabricantes que quieres los mejores números. Al final, es marketing. Ahora mismo, el Rimac Nevera no es solo el eléctrico de producción más rápido del mundo, si no que, simplemente, no hay un vehículo de cuatro ruedas que puedas conducir tan rápido con una matrícula. 

El automóvil de producción más veloz jamás concebido hasta la fecha puede alcanzar los 100 km/h en sólo 1,97, pudiendo llegar a los 200 km/h en 4,42 segundos y a los 300 km/h en 9,23 segundos. Si bien no hay otro coche apto para las vías públicas que pueda igualar esos números, ¿existe una motocicleta que pueda competir con el Nevera? Sabemos que en un circuito sería complicado competir, pero en línea recta, cuando hablamos de aceleración pura y gura, una ligera y potente moto tiene muy pocos rivales. 

Cuando se trata de una máquina que compite en el Campeonato Mundial de Motociclismo y de una de las deportiva de producción más rápidas del mundo, puede que las apuestas sean más equitativas. Con ganas de darle competencia al Nevera, CarWow llamó al equipo KTM de MotoGP y les pidió que trajeran su moto de carreras actual al aeródromo que usan para sus carreras de aceleración, así como a la ya leyenda Dani Pedrosa. Para darle aún más sabor al asunto, también cogieron una Suzuki Hayabusa sobrealimentada.

La relación potencia-peso del Rimac Nevera es de 0,83 CV/kg, mientras que la de la KTM de MotoGP es de 1,73 CV/kg y la de la Suzuki Hayabusa es de 1,48 CV/kg

La velocidad a la que el Nevera sale es algo digno de contemplar, pero, sorprendentemente, Pedrosa con la KTM es capaz de mantenerse muy, muy cerca de él. Es justo decir que esto se debe en parte a un sistema utilizado por todas las motos de MotoGP actuales, que baja los extremos delantero y trasero para mejorar la tracción fuera de la línea y eliminar así la posibilidad de que hagan un caballito. La Hayabusa modificada no tiene dicho sistema, y su rueda trasera quedó girando, dejándola como la última del trío.

Si pensabas que la carrera había estado reñida, la que viene luego está aún más competida entre el Rimac y la KTM. Una vez más, es el hiperdeportivo eléctrico el que tiene la ventaja desde la salida, pero a medida que las velocidades empezaron a aumentar muy por encima del sentido común, la KTM comenzó a cerrar la brecha. Desafortunadamente, tampoco se pudo acercar lo suficiente como para rebasarlo y cruzó el cuarto de milla en 8,6 segundos frente a los 8,5 segundos del Rimac. La Suzuki necesitó 9,6 segundos.

Para ponerlos en perspectiva, el Rimac Nevera genera 1.914 CV y 2.360 Nm sobre las cuatro ruedas, lo que es una auténtica locura. Sin embargo, con una batería de 120 kWh, el peso es de 2.300 kilogramos. Por su parte, la KTM de Pedrosa cuenta con un motor de 1.000 cc que desarrolla 270 CV y 120 Nm, pero solo pesa 157 kg. La Suzuki Hayabusa tampoco es que sea mundana. Rebautizada como TTS Superbusa ya que desarrolla 380 CV y 340 Nm gracias a la ayuda de un compresor volumétrico. ¿El peso? Unos modestos 257 kg.

Sorprendentemente, el Rimac y la KTM también están muy bien adaptados en una carrera a salida lanzada, como bien han demostrando corriendo casi igualados por encima de los 330 km/h. Fue la motocicleta la que se adjudicó la victoria en la lanzada de media milla (800 m) en la primera carrera lanzada. Pero, en la segunda, el Nevera la superó por apenas medio metro. Sin la tecnología del mundo de la competición, aunque más potente, la Hayabusa no puede hacer nada. Sin embargo, seguro que es la que más miedo da conducir.