Vas con prisas a por el coche, abres, te sientas, giras la llave y... Nada. Tan solo ves que el pobre intenta arrancar y no puede porque se ha quedado sin batería. Si te pasa en el garaje, bueno, te acercas a comprar una nueva y listo. Pero, ¿y si te ocurre a seis horas de casa? ¿Y si te deja tirado y no arranca por el camino? Cuando el coche tiene un cambio automático, además, la palanca se queda “atascada” en la “P” (Parking), lo que dificultaría subirlo a una grúa.
En el caso de los coches con cambio manual, no hay problema, pues el punto muerto puede engranarse aunque la batería está completamente vacía. Y en esos momentos piensas que las cajas de cambio automáticas pueden facilitar las cosas, pero también abren la puerta a posibles daños. Para evitar uno de los más plausibles, mover la palanca a otra posición en un mal momento (véase meter neutra al aparcar en una pendiente o dar marcha atrás cuando vas circulando), los fabricantes introdujeron el interbloqueo.
Realmente, es una pequeña palanca que atasca el engranaje en su lugar. Obligatorio por ley, esta función evita que la transmisión cambie a otra marcha sin aplicar también los frenos. Desafortunadamente, los cambios automáticos dependen de la electricidad para cambiar el vehículo de la posición de estacionamiento a conducción (D), marcha atrás (R), neutra (N) y estacionamiento (P), lo que no ayuda si tienes la batería descargada. Porque, hasta que no tengas el coche en punto muerto, no podrás moverlo.
¿Cómo pongo en punto muerto mi coche automático?
El primer paso para poner el coche en punto muerto cuando la batería está agotada es tirar del freno de mano, también conocido como freno de estacionamiento. Esto ayuda a asegurar físicamente el vehículo para que no comience a rodar por sí solo tan pronto como lo pongas en neutral. Además, tirar del freno de mano protege la transmisión y facilita todo el trabajo al alejar todo el peso de las ruedas.
El siguiente paso para poner un coche automático en neutral cuando la batería está agotada es liberar el bloqueo de la caja de cambios. Para hacer esto, deberás realizar una anulación manual de dicho bloqueo mediante una pestaña ubicada (normalmente) cerca del selector del cambio. El ojo de la cerradura tiende a ir tapado con una pequeña tapa de plástico y una leve rebaba para retirarla con la llave o un destornillador plano.
Finalmente, es hora de poner el coche en punto muerto. En algunos hay que meter la llave de contacto en la cerradura, mientras que en otros hay un botón de liberación del retén que engrana mecánicamente el punto muerto. Una cosa a tener en cuenta es que el diseño de cómo usa la liberación del bloqueo de la caja de cambios variará en diferentes modelos de coches, así como la ubicación del dispositivo, pero el lo normal.
Recomendación si tienes la idea de remolcar el coche automático: no lo hagas
Incluso si logras poner el coche en neutral, debes evitar remolcar un vehículo de transmisión automática con una cuerda de remolque. El problema es la acumulación de calor y fricción que puede dañar una transmisión automática. Estas cajas de cambio dependen de la potencia del motor para bombear la lubricación a los cojinetes y engranajes, regulando el calor en su interior.
Por lo tanto, si se te ha pasado por la cabeza hacerlo, remolcar vehículo con una transmisión automática en punto muerto puede causar muchos daños irreversibles, incluso cuando se remolca por unos pocos kilómetros. Por esta razón, siempre debes llamar al seguro y pedir una grúa para que te lo lleven al taller más cercano.
