LAND ROVER

Un compra-venta vende un Land Rover y no avisa de que había sido robado: ¿tiene obligación de decirlo?

Este tipo de coches traen problemas con la policía y con la ITV.
Land Rover robado.
Land Rover robado.

Que un coche haya sido robado no impide que siga en circulación e incluso que acabe en algún compra-venta de coches de segunda mano. El problema es que este tipo de vehículos presenta una serie de problemas que podrían hacer la vida imposible al cliente que lo haya comprado.

Hacerse con un coche que ha estado en los archivos policiales y que ha sido robado trae dolores de cabeza a quien lo tiene tanto en la ITV como en el momento que la Guardia Civil te para por cualquier motivo. Pero la duda está en si el concesionario tiene la obligación de avisar de la tara que traía este coche o no.

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En este caso que analizamos hoy, el compra-venta no advirtió al cliente sobre este problema y el comprador se ha dado cuenta de que no todo el monte es orégano cuando te haces con un coche que ha sido robado. Es un Land Rover que, además de tirar aceite por todos los lados, fue sustraído y recuperado por la Guardia Civil.

Tras este periplo, el dueño se lo entregó a una casa de compra-venta y de ahí ha llegado a las manos de otro cliente que ha ido a parar a GT Automoción, el taller de Ángel Gaitán. El problema de base es que el concesionario, consciente según detalla el cliente del pasado del vehículo, no advirtió al comprador de que este Land Rover tenía esta tara.

Los problemas se tienen de todos los colores, especialmente cuando te para la policía o cuando tienes que pasar la Inspección Técnica de los Vehículos (ITV). El hecho de que en las bases de datos aparezca este coche como “robado” hace la vida imposible a quien tiene ese coche en propiedad. Y más si se ha comprado recientemente, como es el caso de este cliente.

Este Range Rover Evoque procede de Gibraltar. De ahí dio vueltas por toda España y pasó por diferentes manos a lo largo y ancho del territorio nacional hasta el punto de que le retroquelaron el número de bastidor con el de un vehículo polaco…

Finalmente la Guardia Civil recuperó el vehículo y se pudo reordenar todo. Se pasó una ITV y se volvió a retroquelar el retroquelado (valga el trabalenguas) para que el número de bastidor fuera el que correspondía, vamos, el original que fue borrado. Sin embargo, el periplo no acaba aquí precisamente.

Se cambiaron los números de bastidor dos veces. Una primera que buscaba camuflar el coche con el de uno polaco una vez había sido borrado y otra con la que se intentó recuperar el original. Pero no lo cambiaron en el parabrisas.

El cliente ya se ha quedado más o menos tranquilo al saber que uno de los dos números de bastidor no es el correcto, pero aún así en la ITV ponen problemas y cada vez que la policía le pide la documentación del vehículo también.

Sobre si el compra-venta tiene la obligación o no de decirle al cliente si el vehículo en cuestión ha sido robado o no, es otro cantar. No existe una ley como tal que detalle si hay que informar de esto. Al final, un coche de estas características arrastra problemas con lo que nadie quiere lidiar, por lo que el comprador siempre se decantará por otra unidad antes que por la robada a no ser que sea más barata.

Para no perder dinero, los compra-venta siempre optarán por camuflar todas esas cuestiones. La solución que damos desde CHASIS CERO es sencilla: solicita un informe completo del vehículo de la Dirección General de Tráfico (DGT) o exígeselo al concesionario y con esto no tendrás más dudas.