La gasolina y el diésel se han convertido, en los últimos meses, en un producto “de lujo” dentro del territorio español. Unos precios al alza de forma continuada que no solo afectan directamente al IPC nacional, sino también al bolsillo de los conductores españoles.
Conductores que parecen estar más que dispuestos a “pasarse” a los vehículos híbridos e incluso eléctricos… pero que no lo hacen aún, debido a las dificultades que se aprecian a la hora de obtener uno de estos vehículos.
La tendencia es clara, y la apuesta de las administraciones públicas españolas, también: los vehículos de combustión tienen los días contados, y la tendencia es apostar, cada vez de forma más decidida, por los vehículos “eco-responsables”; especialmente, los vehículos eléctricos, que ya forman parte del transporte público en muchas de las ciudades del país.
Una realidad que también parece estar introduciéndose en el día a día de los hogares españoles, que parecen inclinarse cada vez más por un coche híbrido o enchufable como apuesta segura a la hora de adquirir un nuevo vehículo.
Algo que se puede comprobar con el último informe elaborado por Deloitte, que destaca que el 65% de los españoles optaría por un coche electrificado si tuviera que comprar un coche nuevo, destacando el 33% de los encuestados que adquirirían un coche híbrido.
Apuesta de los conductores españoles que está principalmente motivada por el abusivo precio de los combustibles, estando tanto el diésel como la gasolina cerca de marcar máximos históricos, a pesar de los esfuerzos del Gobierno nacional para reducir el precio por litro de combustible.
LOS “PROBLEMAS” DE LO ELÉCTRICO ASUSTAN A LOS CONDUCTORES ESPAÑOLES
Sin embargo, parece que los “contras” aún son muy superiores a los “pros” en la elección de los españoles ante este tipo de vehículos. Y es que, según el citado informe realizado por Deloitte con respecto a la opinión de los conductores del país, España aún no parece estar preparada para el salto a lo eléctrico.
Así pues, según los usuarios, los puntos de más problemática a la hora de escoger un vehículo más “eco-responsable” es el tiempo de carga, el elevado precio, la falta de infraestructura pública de recarga, y la autonomía de los vehículos, en muchos casos insuficiente para el uso diario de muchos ciudadanos.
Ciudadanos que, además, reconocen que buscarían un punto de recarga en lugares públicos en su gran mayoría, alcanzando el 53%, mientras que el 21% lo haría en su trabajo, y apenas un 19% en sus hogares.
“Las principales razones para no realizar la carga en su vivienda son la imposibilidad de instalar un cargador, y la falta de conocimientos para su instalación” destacan en el documento.
Palabras que parecen demostrar que uno de los grandes impedimentos para la penetración del coche eléctrico en el país es la falta de puntos de recarga públicos, siendo ésta una cuestión “pendiente” del actual Ejecutivo nacional.
Una cuestión que, sin duda, será clave en los próximos meses de cara al futuro de la movilidad en el país.
Y es que, a pesar de la clara tendencia de los conductores españoles por escoger vehículos “eco” para sus próximas adquisiciones, lo cierto es que estas dificultades que podrían aparecen en el uso habitual del vehículo parecen ser un peso demasiado excesivo para los ciudadanos que, ante la duda, parecen seguir confiando en los vehículos tradicionales de combustión, a pesar de los precios que, sin aparente solución, siguen incrementándose de cara al diésel y la gasolina en todo el territorio nacional español.
