El invierno es un momento propicio para que se produzca una avería en el motor de un coche. Las temperaturas han bajado considerablemente e, independientemente de la marca, y los componentes mecánicos de un automóvil comienzan a resentirse.
El problema es que las heladas, la nieve y las gélidas temperaturas nocturnas pueden ser un enemigo que acorte la vida útil de tu mecánica, siempre que no hayas mantenido tu coche correctamente.
Por otro lado, también hay una serie de costumbres y malos hábitos al volante que podrían ser peligrosos para la fiabilidad en época invernal.
Así las cosas, hemos recopilado una serie de consejos que debes tener en cuenta de cara a evitar averías en el motor del coche este invierno. ¿Te animas a seguir leyendo?
- Anticongelante
- Aceite del motor
- Con el motor frío evita los acelerones
- No apures la reserva de combustible
- La nieve puede dificultar la refrigeración del motor
Anticongelante
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El anticongelante del coche sirve para refrigerar el motor y, a la vez, tiene unas propiedades que le impiden congelarse cuando el vehículo está parado con temperaturas bajo cero. Sin embargo, si el líquido refrigerante está en mal estado terminará por congelarse.
Si esto sucede, debes tener en cuenta que el hielo ocupa más que el agua, de modo que al congelarse podría reventar los manguitos e, incluso, el propio bloque motor. Así que comprobar que el nivel se encuentra entre el mínimo y el máximo y cambiar el anticongelante cuando recomiende el fabricante es prácticamente obligatorio.
De hecho, el precio del anticongelante es tan bajo (una garrafa cuesta menos de 20 euros) que no merece la pena arriesgarse a una avería por no cambiar el anticongelante.
Aceite del motor
El aceite para el motor del coche sería el equivalente a la sangre en el cuerpo humano. Si está en mal estado o falta aceite, podría provocar una avería grave en el propulsor por falta de lubricación. De ahí que sea de especial importancia que este invierno tengas en cuenta revisar el nivel de aceite de tu coche. Hazlo con el motor frío y en posición horizontal y, si está bajo, rellénalo.
Por otro lado, cambia el aceite al coche respetando el kilometraje y los plazos marcados en el manual de mantenimiento, y escoge siempre un lubricante de motor que cumpla siempre con las especificaciones marcadas por el fabricante. Con temperaturas bajo cero siempre es preferible que el aceite esté en perfectas condiciones, para garantizar la lubricación del motor en frío.
Con el motor frío evita los acelerones
Si en cuanto arrancas aceleras sin piedad y comienzas a apurar marcha tras marcha en frío, le estás haciendo un flaco favor a tu motor. Cuando un coche lleva varias horas aparcado, el aceite del coche ha ido escurriendo hasta el cárter, de modo que la parte alta del motor está sin lubricar.
Además, el frío hace que el aceite se vuelva más viscoso y lubrique menos. De ahí que al arrancar con temperaturas invernales se requiera de unos segundos para que la bomba de aceite lubrique todas las partes del motor, por lo que no está de más dejar que el coche funcione al ralentí durante uno o dos minutos.
También es importante acelerar con suavidad y no llevar el motor alto de vueltas hasta que el propio propulsor y el aceite alcancen la temperatura de servicio (puede oscilar entre cinco y diez minutos).
Si aceleras a fondo en cuanto arrancas, las partes móviles del motor que se desplazan a gran velocidad, como los pistones, los segmentos o el propio el turbo se desgastarán más rápido. Si solo sucede una vez no es preocupante, pero si lo haces día tras día durante años, habrás acelerado notablemente el desgaste de tu motor.
No apures la reserva de combustible
Este consejo te puede ayudar a conservar el motor del coche tanto en invierno, como en cualquier estación del año.
Si apuras el depósito de combustible hasta la reserva por sistema, aumentan las posibilidades de que las impurezas y la humedad que pueda tener el combustible acaben en el sistema de inyección, pudiendo ocasionar averías en los inyectores, la bomba de combustible…
¿Nuestros consejos para evitarlo? Reposta antes de que salte la reserva y sustituye el filtro de combustible cuando lo indique tu mecánico.
La nieve puede dificultar la refrigeración del motor
Si durante una intensa nevada la parrilla frontal de tu coche ha quedado cubierta de hielo o nieve, deberías limpiarla antes de continuar la marcha.
De lo contrario, si la nieve tapona todas las entradas de aire del frontal, el motor podría llegar a sobrecalentarse, por ejemplo, en una subida prolongada a un puerto de montaña provocando una avería.
Como puedes ver, proteger a tu coche del frío invierno no es una tarea demasiado compleja. Pero sí muy recomendable porque a cambio de poco esfuerzo puede ahorrarte muchos dolores de cabeza.
