La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha convertido en uno de los principales defensores de la seguridad en las carreteras españolas. Su enfoque en la salud y el estado de los vehículos que circulan por el país es un testimonio de su compromiso con la seguridad vial. Según los datos más recientes de la DGT, en 2021 había en España un total de 37.046.864 vehículos registrados, y de ellos, aproximadamente 25 millones eran automóviles. Sorprendentemente, la edad promedio de estos vehículos supera los 14 años. Por lo tanto, el principal objetivo de la DGT es garantizar que estos automóviles circulen de manera óptima en nuestras carreteras.
Cuando nos ponemos al volante, sabemos que se nos exige una atención meticulosa. Debemos respetar las señales de tráfico, no conducir bajo los efectos del alcohol, usar el calzado adecuado y más. Sin embargo, algunos podrían pasar por alto un aspecto crucial: la limpieza de su vehículo. Es importante comprender que la limpieza del coche es esencial, ya que los cristales sucios pueden representar un peligro para la seguridad vial.
La visibilidad es un factor clave para una conducción segura, y conducir con los cristales sucios puede limitarla significativamente. Lamentablemente, muchos conductores no realizan una limpieza adecuada y regular de sus vehículos. Mantener un automóvil limpio puede ser una tarea laboriosa, que implica viajes a la gasolinera, el uso de una manguera para lavar, limpieza de alfombrillas, eliminación de polvo del salpicadero y asegurarse de que los cristales no tengan marcas de agua después del secado, entre otras tareas.
La DGT se toma en serio la limpieza de los vehículos, y los conductores deben prestar atención, ya que pueden enfrentar sanciones si su coche no está limpio. Si un agente de tráfico detiene un vehículo y considera que su suciedad está afectando directamente a la visibilidad segura del conductor, puede imponer una multa. Las sanciones de la DGT suelen oscilar entre los 80 y los 200 euros, con la posibilidad de obtener un descuento si se paga de manera oportuna.
La cuantía de la multa puede variar según la parte del coche que esté sucia. Por ejemplo, si el parabrisas está sucio, la multa puede ser de alrededor de 80 euros. Sin embargo, si la matrícula no se puede leer debido a la suciedad, la sanción aumenta a 200 euros. Esta última es la multa más alta, ya que la identificación del vehículo se vuelve imposible para los agentes de tráfico.
Es importante comprender que hay elementos específicos en un vehículo que deben mantenerse limpios, ya que están directamente relacionados con la visibilidad y, por lo tanto, con la seguridad al conducir. Esto incluye los cristales, el parabrisas, los espejos retrovisores, la matrícula y los faros. De acuerdo con el Reglamento General de Circulación, estos elementos deben mantenerse limpios en todo momento y no pueden estar rotos, cubiertos de hielo o nieve.
La necesidad de mantener un vehículo limpio puede ser especialmente relevante dependiendo de las condiciones climáticas y de conducción. En días de lluvia, al circular por caminos de tierra o barro, es probable que su automóvil se ensucie más rápido. Por lo tanto, es fundamental verificar que su vehículo esté limpio antes de emprender un viaje o incluso antes de subir al automóvil, ya que esto puede ayudar a evitar posibles multas y, lo que es más importante, garantizar una conducción segura.
En resumen, la DGT se toma muy en serio la limpieza de los vehículos en nuestras carreteras. Mantener su automóvil limpio es esencial, no solo para evitar sanciones, sino también para garantizar una conducción segura y mantener la visibilidad óptima en todas las condiciones.
